Sol, arena, playa…estás todo el año esperando el verano, con su música molona y sus días largos para desentenderte momentáneamente del trabajo, pero una vez que llega parece que todas las ganas de estar con tu pareja se han esfumado.
Esta situación es más frecuente de lo que te imaginas ya que el deseo sexual es muy sensible a nuestras emociones, y aunque los comerciales de televisión y las redes sociales nos vendan la temporada como una postal de alegría, diversión y sexo, organizar vacaciones entre oleadas de calor, así como seguir una planificación de actividades y paseos es algo muy estresante, aunque no lo parezca.
Aquí te presento siete consejos para recuperar ese apetito sexual extraviado:
#1. Redefine tus expectativas
Todavía creemos que el deseo sexual es espontáneo durante la temporada vacacional, que sólo el clima favorable y la poca ropa conjuran la magia del verano para que el sexo se produzca, y esto no es así para todos. No te sientas presionada. En lugar de preocuparte, conéctate con los pensamientos que alimenten tu deseo, que te hagan sentir como una diosa erótica, deseada y deseante.
#2. Consume contenido estimulante
Leer literatura sensual que encienda tu imaginación, elegir una serie o película con una narrativa atrevida que puedas ver en pareja son herramientas que te ponen en sintonía para la intimidad. La idea es que te relajes y estas imágenes inviten a que te dispongas a disfrutar de un encuentro lento y conectado, donde disfrutes de todo el camino del placer.
#3. Haz las paces con tu cuerpo
Alcanzar la figura de las famosas para lucir un bikini de infarto es un reto inalcanzable para la mayoría de nosotras. En este punto es importante recordar que todos los cuerpos son bellos y de playa cuando vamos a ella sin vergüenza, aceptándonos radicalmente, y es que ese gustitito que nos hace sonreir frente al espejo cuando nos sentimos hermosas es sin duda el mejor afrodisíaco.
#4. Baja el consumo de alcohol
Un traguito, un chupito, un tinto de verano…y otro más, sin duda nos hacen sentir chispeantes, y es que el alcohol tiene la cualidad de deshinibir nuestra conducta, pero al mismo tiempo, afecta tanto tu deseo consciente – aunque paradójicamente puedas caer por accidente en la cama de alguien bajo sus efectos – como tu desempeño sexual porque deprime tu sistema nervioso central. La cantidad ideal es solo una copa de vino, una cerveza o un trago del algún destilado.
#5. Lleva un itinerario flexible
Crear un horario lleno de actividades para aprovechar el tiempo es agotador, y esto, sin duda sacará al sexo de la agenda. Disfruten del tiempo con calma, dando espacio para improvisación, y esta actitud curiosa y lúdica es, sin dudas, tan estimulante que tiene consecuencias positivas en la intimidad.
#6. Aprovecha los nuevos escenarios
Un ambiente distinto es muy excitante y la playa introduce nuevos elementos para explorar con los cinco sentidos como preámbulo de la relación sexual. Por otra parte, en la habitación del hotel puedes intentar cosas un poco más arriesgasdas que añadan nuevos elementos a tu guión sexual habitual, desde experimentar nuevas posiciones hasta exponeros – solo un poco – haciendo uso de la ventana.
#7. Si viajas con niños, haz actividades de pareja
Viajar con peques es un reto adicional, pues ellos tienen necesidades impostergables que dejan a las madres extenuadas. Aquí toca acudir a familiares o amigos para hacer citas de pareja, donde puedan disfrutar de tiempo adulto. Actividades que conectan son bailar, compartir una cena romántica, descubrir algún sitio desconocido, todo lo que los invite a actuar como cuando eran novios, esto hace que sentmientos positivos típicos del enamoramiento emerjan de nuevo.
Tú tienes la capacidad para crear deseo sexual de forma deliberada. Si bien el mecanismo de la libido pareciera misterioso, siempre empieza con un pensamiento que hace click con un estímulo externo y activa el encuentro, así erotizar tu mente es indispensable para que las ganas se pongan en marcha.
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