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Cómo Equilibrar las Energías Femenina y Masculina

El desequilibrio interno crea falta de armonía en nuestras relaciones. Afortunadamente, podemos sanarnos a nosotros mismos y a nuestras relaciones equilibrando las energías masculina y femenina.

Marta Burgués

Vivimos en un mundo masculino donde la fuerza se percibe como poder, logro y éxito. Es un mundo donde hombres y mujeres encarnan la energía masculina y se desconectan de sus aspectos femeninos porque, de alguna manera, asociamos la feminidad con la debilidad.

Esta idea errónea nos ha llevado a una desconexión mucho más profunda de nuestra verdadera esencia. Además de eso, este desequilibrio interno crea falta de armonía en nuestras relaciones. Afortunadamente, podemos sanarnos a nosotros mismos y a nuestras relaciones equilibrando la energía masculina y femenina.

¿Qué es la energía femenina y masculina?

Las energías femenina y masculina son dos energías polares presentes en todo lo que existe. Por ejemplo, en los principales conceptos filosóficos chinos, estas energías se describen como yin y yang: fuerzas universales opuestas pero interconectadas, fundamentales para cualquier proceso creativo en los niveles macro y micro.

Esencialmente, el yin representa la receptividad y el yang corresponde a la entrega. Por lo tanto, en ti, recibir es una manifestación de tu feminidad y dar es una acción de tu masculinidad. Aunque todos nacemos con ambas energías, tienes una energía predominante que corresponde a tu esencia.

Diferencia entre energía masculina y femenina

Como estas energías son opuestas, representan aspectos contrarios. Para comprender la diferencia, puedes observar las cinco cualidades femeninas primarias, los ‘superpoderes femeninos’ y sus equivalentes masculinos.

Movimiento curvo vs. movimiento lineal: El cuerpo femenino tiene una forma curvilínea, ya que está diseñado para atraer el amor. El cuerpo masculino se caracteriza por un movimiento lineal y recto, ya que está diseñado para la acción.

Sensualidad vs. sensibilidad: la sensualidad femenina reside en el interior y sus sentidos son más agudos. Evolutivamente, las mujeres eran recolectoras, por lo que tenían que distinguir entre la baya venenosa y la nutritiva, por lo que percibían a través de la textura y la dimensión. Los hombres, por el contrario, eran cazadores, por lo que desarrollaron la percepción visual y el sentido de la sensibilidad.

Emotividad vs. racionalidad: el cuerpo femenino está hecho para mover emociones a través de él para crear un amor rico y profundo. El equivalente masculino es la racionalidad, ya que están diseñados para ser emprendedores.

Conexión vs. independencia: las mujeres son interdependientes. Están programadas para cultivar un entorno seguro y nutrir una comunidad. Los hombres, por el contrario, son más independientes. Sus conexiones son hombro con hombro y están impulsadas por una misión, en lugar de estar orientadas a la comunidad.

Intuición vs. lógica: la divinidad femenina es intrínsecamente intuitiva porque se accede a la intuición a través de la receptividad. Por otro lado, el masculino divino se basa en la lógica pura. Es a través de la lógica y el razonamiento que exploran y le dan sentido al mundo.

La feminidad divina tiene que ver con la calidad de vida, y la masculinidad con la cantidad de vida. Debemos cultivar ambas para tener las experiencias más plenas y enriquecedoras.

El síndrome de Peter Pan se da en hombres que se niegan a crecer
Vivimos en un mundo masculino donde la fuerza se percibe como poder, logro y éxito. Foto: Pexels/Master Cowley

Qué sucede cuando tienes energías armoniosas… y qué sucede cuando no las tienes

Tener energías armoniosas implica un equilibrio entre ambas. No significa igualdad, como se suele percibir en las sociedades occidentales. No puedes tener cantidades iguales de energías femeninas y masculinas, ya que siempre hay una predominante. Pero puedes encarnar completamente tu energía esencial en armonía con la opuesta. Armonizar lo divino masculino y lo divino femenino es primordial para tu crecimiento y evolución.

Podemos compararlo con la maceta que contiene la tierra para que las raíces se mantengan en su lugar. La tierra asegura que el agua nutra las raíces y mantenga estable a la planta. Mientras que la energía femenina representa el agua, la fuerza masculina son las raíces, y tu equilibrio de ambas es en soporte adecuado para crecer alto hasta el cielo.

Cuando tus energías no están armonizadas no puedes crecer ni evolucionar si te limitas a una forma unilateral de expresar tu potencial. Además, no puedes crear relaciones armoniosas.

Existen diversos indicadores que nos indican cuando una persona está en desequilibrio:

  • Asume fácilmente la energía de otras personas y del entorno en el que se encuentras, lo que le deja sin poder y emocionalmente agotado.
  • Pone a los demás primero y rara vez expresa sus necesidades de una manera saludable, lo que puede llevar al auto abandono.
  • Siente miedo de decir su verdad e ir tras lo que quiere.
  • Se exige demasiado, compite con los demás, está en un modo constante de superarse. Como resultado, se siente agotado.

Para mantener un equilibrio entre tu yin y tu yang, primero, es necesario conectar con tu esencia, y luego podrás utilizar la energía opuesta como herramienta. En otras palabras, cuando sepas cómo equilibrar tus aspectos femeninos y masculinos dentro de ti, sabrás cómo equilibrar la energía femenina y masculina en cualquier relación.

Equilibrar tu energía femenina y masculina en 8 pasos

Unir estos dos opuestos es un proceso largo. Requiere una comprensión profunda de tu naturaleza en su totalidad y el compromiso de aumentar el nivel de conciencia de tus formas habituales de autoexpresión.

Veamos ocho formas en las que puedes equilibrar tu energía femenina y masculina;

1# Acaba con tu miedo

El primer paso es acabar con el miedo. Hay mucho miedo en las mujeres cuando se trata de abrazar su feminidad. Las mujeres aprendimos a ser masculinas en un mundo de hombres para tener éxito, pero también esclavizamos nuestra esencia.

El miedo a ser vista como débil si eres demasiado femenina es el demonio que debes combatir dentro de ti para liberarte. Entonces podrás tener acceso al placer, la sensualidad y tus emociones.

2# Replantea la feminidad

En la sociedad moderna, hemos identificado la fortaleza a través de una lente: la masculina. Como resultado, ser femenina equivale a ser débil o histérica.

Esta concepción errónea de la feminidad y la fuerza está grabada en nuestro sistema educativo. Cuando los niños lloran, les decimos que llorar es debilidad. Al equiparlos con herramientas masculinas, los desconectamos de sus emociones.

Por otro lado, cuando las niñas comienzan a explorar y expresar su feminidad a través de sus cuerpos, las avergonzamos. Entonces, sus emociones intensas se vuelven explosivas porque pierden el contacto con sus cuerpos.

Mover las emociones es una habilidad innata de las mujeres. Cuando estás en sintonía con tu cuerpo, puedes moverlo de manera constructiva. Lo más importante es que la capacidad de las mujeres para expresar emociones y conectarse representa fuerza, no debilidad, por lo que debes replantear y reescribir tu comprensión de la feminidad.

Básicamente, las mujeres modernas necesitamos ponernos en contacto con nuestra feminidad divina para recuperar nuestro poder sexual, y los hombres modernos necesitan cultivar su feminidad divina para conectarse con sus emociones.

3# Practica el amor propio y el autocuidado

Nadie puede tratarte mejor de lo que te tratas tú a ti misma. Y esto va más allá del autocuidado.

Estas son tus formas de relacionarte contigo misma:

  • Tu forma habituales de hablarte a ti misma
  • La forma en que respondes o no respondes a tus sentimientos y necesidades
  • Los compromisos que haces o no haces para cumplir tus sueños y deseos más profundos
  • La forma en que honras o no honras las promesas que te hiciste a ti misma
  • La forma en que te muestras a ti misma

El autocuidado y el amor propio no son lo mismo. Cultivas el amor propio a través del autocuidado. Significa que nutres tu cuerpo, mente y alma de manera constante.

Cuando cultivas el amor propio incondicional y sin complejos a través del autocuidado constante, te vuelves auténtica. Y la autenticidad es la encarnación de tu naturaleza femenina y la capacidad de usar herramientas masculinas cuando sea necesario.

Todos podemos activar nuestro Capital Erótico. Foto: Pexels/Andrea Piacquadio
Cuando cultivas el amor propio incondicional te vuelves auténtica. Foto: Pexels/Andrea Piacquadio

4# Conéctate con tu yo femenino en un sueño lúcido

Si bien puedes hacer cosas en tu realidad de vigilia para ponerte en contacto con tu feminidad, puedes conectarte con tu lado femenino divino a través del sueño lúcido. Uno de los beneficios del sueño lúcido es la integración de la sombra. En este caso, la sombra representa tu lado femenino divino como una parte reprimida de ti, y puedes sacarla a la luz.

5# Sana tu chakra del corazón

Cuando tu chakra del corazón está equilibrado, tienes una ecología saludable del corazón. Significa que has integrado diferentes aspectos de tu personalidad, como tu niño interior vulnerable, tu padre amoroso, tu adolescente rebelde y tus aspectos femenino y masculino.

Existen técnicas poderosas que puedes usar para abrir y sanar tu corazón. Al hacerlo, te estás volviendo completa sin necesitar que otra persona te complete.

6# Entrega

Según el Dr. Michael Beckwith, crecemos, nos desarrollamos, nos desenvolvemos y nos movemos hacia una conciencia superior a través de estas cuatro etapas:

  • A Mí (Conciencia de Víctima): La vida te está sucediendo
  • Por Mí (Conciencia de Manifestación): La vida está sucediendo a través de ti
  • A Través de Mí (Conciencia de Canalización): La vida está sucediendo a través de ti
  • Como Yo (Conciencia de Ser): Eres uno con la vida tal como eres

La etapa “A Través de Mí” es la etapa femenina: comienzas a comprender que algo está tratando de operar a través de ti. Así es como llegas a una mayor comprensión de la entrega, la permisión y el dejar.

En otras palabras, a medida que cultivas tu capacidad de entregarte, cultivas tu aspecto femenino divino. No significa que dejes de manifestar tus sueños y deseos.

7# Desarrollar la intuición

La intuición es una cualidad intrínsecamente femenina. Al igual que la energía femenina, es parte de quién eres, independientemente del género. Puede que no te veas a ti misma como intuitiva (femenina) porque nos han enseñado a vivir ignorando nuestra intuición. En consecuencia, muchas personas viven vidas temerosas, llenas de dudas, aislamiento y desconexión porque operan principalmente desde el cerebro de su ego.

Cuando permites que tu intuición te guíe, experimentas más creatividad y productividad y menos miedo y estrés. Tu corazón está abierto y tu vida fluye sin problemas. En otras palabras, te vuelves equilibrada al hacer que las cosas sucedan y permitir que sucedan de la manera más elegante posible.

8# Activa tu core

Tu core es tu núcleo energético, está compuesto por los tres chakras inferiores, donde la energía se estanca y se bloquea, y puedes liberar esa energía y comenzar a moverla hacia tu corazón. Este movimiento te da fuego y pasión en la vida, y este fuego interior es mucho más poderoso que la motivación y la disciplina.

Cuando cultivas tu core, empiezas a vivir tu yo auténtico, lleno de energía y creatividad.

Equilibrar tus energías masculinas y femeninas es el arte de la alquimia interior. Todo comienza recordando y honrando tus poderes todos los días. Es un proceso de aprendizaje que dura toda la vida y que puedes comenzar hoy mismo.

© L’Erotheque. Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.

Marta Burgués
Por Marta Burgués

Periodista freelance con más de 20 años de experiencia en distintos medios escritos y digitales. CEO en Divisibles.