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Agendar la Intimidad Puede Hacerla mucho Más Sexy

Las cosas importantes tiene una fecha y una hora fijadas, pero la intimidad suele quedarse fuera de la agenda por la creencia de que el buen sexo es siempre espontáneo.

Ysabel Velásquez

Lo que no apuntamos en nuestro calendario parece que – literalmente – no existe. Así como cada cosa importante tiene una fecha y una hora fijadas, la intimidad pareciera salir de la lista de prioridades por la creencia de que el buen sexo es siempre espontáneo, cosa que no es cierto.

El deseo sexual comienza en nuestra mente, una espera erotizada nos hace empezar a fantasear con el encuentro, a prepararnos para él con lencería especial y un ambiente agradable que potencie el momento, y sobre todo a revelar esa actitud que favorece todo el bienestar que trae consigo una intimidad gratificante. Sigue leyendo para enterarte de cómo surgió esta práctica, cuáles son sus ventajas y cómo superar la incomodidad de mirar al sexo como una tarea importante.

Los beneficios de planificar el encuentro

Los sexólogos descubrimos la ventaja de usar el calendario para el sexo con la conducta de los (y las) infieles, quienes tienen que apañarse para encontrarse en días precisos, robándole horas sus apretadas agendas para entregarse al placer. Este método nos permite prepararnos mentalmente para el encuentro y reducir la ansiedad asociada a la falta de tiempo.

En lugar de restarle espontaneidad, planificar el sexo nos permite contar con un espacio para darle riendas sueltas a la pasión, prioriza nuestro rol de pareja – que compite con otros roles y sus responsabilidades en el día a día – y afianza la conexión física y emocional, fuente de bienestar.

No menos importante es el hecho de que en la medida de que los encuentros planificados se lleven a cabo y se disfruten, el deseo va a aumentar de manera natural, propendiendo a una mayor frecuencia de encuentros espontáneos.

Rosemary Basson, ginecóloga y sexóloga canadiense, propuso a la comunidad médica una nueva interpretación del ciclo de respuesta sexual con las características particulares de la mujer en el año 2000, y en su investigación descubrió que cuando estamos en una relación de pareja estable nuestro deseo sexual pasa a ser menos automático, lo que significa que responde a circunstancias propicias que lo activen, y esto hace más beneficioso apuntarnos una cita para la intimidad, porque así creamos estas circunstancias propicias.

La compatibilidad sexual puede trabajarse. Foto: Shutterstock
Planificar el sexo nos permite contar con un espacio para darle riendas sueltas a la pasión. Foto: Shutterstock

Qué pasa si me siento presionada

Agendar el sexo pareciera que lo convierte en una tarea más por cumplir, pero también ponemos en agenda cosas que disfrutamos hacer como una clase de yoga, una manicura o una tarde entre amigas, actividades que esperas con ilusión y entusiasmo ¿por qué la intimidad tendría que ser diferente?

Si te sientes presionada, o experimentas ansiedad de desempeño, debes revisar como han sido tus últimos encuentros sexuales ¿lo disfrutaste o lo hiciste por cumplir? ¿llegaste al orgasmo o fingiste para complacerlo a él? ¿sientes una conexión genuina con tu pareja, dentro y fuera de la cama o estás con él por costumbre o miedo a la soledad? Si tu respuesta es la segunda opción de cada una estas inquietudes es natural que no sientas deseo, y si bastante presión, así que tienes aspectos que debes atender y resolver.

Confianza y emociones positivas

Para tener una intimidad gratificante en todo sentido, mente y cuerpo deben estar alineados. Si no sientes confianza con tu pareja o están pasando por un mal momento en la relación es natural que no te entregues por completo, que inconscientemente lo rechaces, que no veas la intimidad como un espacio de disfrute y eso lo registra tu cuerpo impidiéndote relajarte y sentir.

El deseo sexual femenino se alimenta de la confianza y las emociones positivas. Cada encuentro íntimo gratificante refuerza el deseo de tener más sexo, en una especie de círculo virtuoso, así que si sientes que agendar la intimidad te pone presión y te genera ansiedad hay aspectos que debes revisar.

No menos importante, el mal manejo del estrés en la vida cotidiana, la falta de sueño, vivir con un ritmo frenético que nos deja agotadas, no sacar tiempo para el descanso y alimentarnos mal también pasan una factura a nuestra salud que impacta nuestro deseo sexual, sumado a factores hormonales, así que es importante que para alimentarlo y procurarlo tomes en cuenta tus hábitos y tu estilo de vida.

Otro aspecto importante a considerar es la flexibilidad y la tolerancia a la frustración. Cuando hablamos de planificación de la intimidad ésta debe ser flexible, es decir, si por alguna razón no podemos materializar el encuentro, esto no debe ser motivo de frustración o de una pelea con la pareja, por el contrario, se convierte en una oportunidad para comunicarnos asertivamente y expresar nuestros sentimientos.

El objetivo es que tus encuentros sexuales sean plenos y orgásmicos ¡una tarea que da gusto cumplir! Así que vale mucho la pena ponerlo en la agenda.

 © L’Erotheque. Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.

Ysabel Velásquez
Por Ysabel Velásquez

Sexóloga, Sex & Love Coach . Periodista de Salud. Autora del Libro de motivación para la mujer :En Femenino.