Más que una serie de preceptos y técnicas para elevar la energía sexual, el Tantra es un camino milenario hacia la consciencia a través de la presencia y el enfoque, por ello más que ceñirse a lo que en occidente conocemos comúnmente como sexo, que es una interacción bastante coito céntrica, esta filosofía se ancla en actitudes que cultivadas, tanto dentro como fuera de la habitación, garantizan una conexión superior y trascendente, contigo misma, con tu pareja y con el universo.
A continuación, te explicamos cuáles son estas actitudes y cómo incorporarlas a tu intimidad ¡los resultaros te sorprenderán!
Entrega: es darse al otro en confianza y libertad total. Se trata de recorrer el camino, especialmente el del placer, sin barreras impuestas por el miedo.
Rendición: rendirse a uno mismo, dejar las corazas y hacerse vulnerable. Hay fortaleza en la sensibilidad y esto va de la mano con la primera actitud, de entrega.
Honra: honrar y adorar a tu pareja como el ser humano sagrado que es, sintiéndose uno con el otro y uno con el universo.
Más allá de los genitales, el Tantra sucede cuando los cinco sentidos se sintonizan en función al placer del momento, sintiendo lo que sucede en tu cuerpo sin juicios, como en un baile, y se transita el camino del placer como un proceso sin el apremio de alcanzar el orgasmo como meta, sino entendiendo que es una consecuencia de la estimulación y de la fusión de ambos a través de la emoción del amor, de dar y recibir placer, canalizando la energía sexual, a través de la respiración y del dominio de la mente.
No hay que ensayar posturas complicadas ni ser más espiritual que el resto para disfrutar de las ventajas del Tantra en tu vida. Entrega, rendición y honra hacen del sexo – de cualquier encuentro sexual – un espacio sagrado por sí mismo.
En cuanto a las emociones, en el Tantra no hay buenas ni malas y se permite sentirlo todo desde la aceptación, libre de prejuicios, como la vivencia de una experiencia, donde no hay obstáculos
Muy importante es no olvidar mantener la energía del cuerpo, la mente y el espíritu en alta vibración. El Tantra como camino ético y consciente, promueve un estilo de vida donde se invita a seguir una alimentación sana y balanceada, ejercicio físico, meditación y oración, sueño reparador, sexualidad satisfactoria, cultivar el amor por todos los seres, adquirir conocimientos y sabiduría, desarrollar la intuición y vivir un estado constante de agradecimiento y actitud positiva.
Estas reflexiones de Osho explican cómo se siente poner en práctica las actitudes tántricas de Entrega, Rendición y Honra
El Tantra es el camino natural hacia Dios, el camino normal hacia Dios. El objeto es llegar a ser completamente instintivo, tan fuera de la mente, que nos fusionemos con la naturaleza suprema, en la que la mujer desaparece y se convierte en una puerta a lo supremo, el hombre desaparece y se convierte en una puerta a lo supremo.
Esta es la definición tántrica de nuestra sexualidad. El retorno a la absoluta inocencia, a la absoluta unidad. La mayor excitación sexual de todas no es una búsqueda de la excitación, sino una espera silenciosa: En relajación completa, sin motivo alguno”
“Cuando estés haciendo el amor no controles. Entra en el descontrol, entra en el caos. Será terrible, espantoso, porque será una especie de muerte. Y la mente dirá: ‘¡Control!’. Y la mente dirá: ‘Salta y mantén el control, de lo contrario te perderás en el abismo’. No escuches a la mente, piérdete. Abandónate a ti mismo y sin ninguna técnica llegarás a tener una experiencia intemporal. No habrá dos en la experiencia intemporal: habrá unidad. Una conciencia estará ahí, una pasiva lucidez de conciencia estará ahí, sabrás qué está pasando porque estarás plenamente consciente. Pero tú no estarás ahí; la conciencia estará ahí. Tienes que absorber el Tantra; no es una técnica para ser aprendida”.
Osho, This Very Body the Buddha, Vol. 1, charla #8
© L’Erotheque. Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.
