La autoestima es la valoración personal que nos damos a nosotros mismos. Más que un concepto global es la suma de esa apreciación de todos y cada uno de los aspectos que constituyen nuestra persona, y una de esas dimensiones es la sexual.
Podemos valorar más algunos aspectos de nuestro yo que otros, pero si una arista de la vida está muy poco valorada, indefectiblemente va a afectar nuestro bienestar y la calidad de las relaciones que establecemos con los demás.
Todas hemos escuchado la expresión; “buena/bueno en la cama” y a veces pensamos que proviene de un alarde o que simplemente no tiene que ver con nosotras, mientras que secretamente nos puede generar un poco de envidia, así que es el momento que comiences a creer que tú también tienes el potencial para ser la mejor amante desde tu autenticidad.
Más que saber mucho de sexo, tener una gran experiencia o estudiar el ‘Kama Sutra’, la autoestima sexual se trata de autoconfianza en la expresión tus deseos, aceptación del cuerpo y certeza en la capacidad de sentir. Nada tiene que ver con tu frecuencia sexual, si tienes pareja o no, con tu orientación sexual, ni tampoco con una conducta hipersexualizada.
La autoestima comienza en ese diálogo interno que nos puede elevar o sabotear. Aquí te digo como cambiar esta narrativa para revelar a la Diosa Erótica que mora en tí:
- Acepta tu cuerpo: las inhibiciones a la hora de la intimidad por cómo luce nuestro cuerpo son la principal causa que nos desconecta del placer. Recuerda que si estás con esa persona es porque te desea, así que no hay que ver defectos donde no los hay.
- No te compares: lo que leemos en internet y lo que nos cuentan las amigas en tono épico de lo que debes sentir en el sexo es sólo una interpretación de su experiencia, ábrete a sentir sin pensar ni juzgarte.
- Conócete: la masturbación es la clave para descubrir lo que te gusta y lo que no, para así poder guiar a tu pareja. La mayoría de las mujeres que nunca ha experimentado un orgasmo, nunca se han autoexplorado ¡tan importante es!
- Sé empática: más que ponerte en el lugar del otro, consiste en comprender a la otra persona desde su humanidad, para eso se requiere conocer bien tus propias vulnerabilidades.
- Comunìcate con apertura: expresarte abiertamente en la intimidad es algo que reta nuestros prejuicios, pero es indispensable para disfrutar del sexo, así que no te cortes.
- Establece limites: tanto en cuanto a prácticas sexuales que te desagraden como a actitudes negativas dentro de una relación de pareja, recuerda que el amor propio es primero.
- Modera tus expectativas: todo lo que imaginas son fantasías donde nada falla, la realidad es distinta y en un ecuentro íntimo muchas cosas pueden salir de forma inesperada y no pasa nada, así que no te cuestiones ni lo hagas con tu pareja y sácale el mejor partido al momento.
- Comparte tu placer: dar y recibir placer sin hacer al otro responsable de nuestras sensaciones es una danza donde ambos se van descubriendo y no hay espacio para la frustración.
- Mantente presente: estar atenta en todo momento es enfocar tu atención en ese espacio de tiempo que compartes con tu pareja, dentro y fuera de la habitación, es escucharle activamente y estar consciente de tí misma.
- Actitud lúdica: cada encuentro sexual es único e irrepetible, aproxímate a él con curiosidad, creatividad e intención de experimentar, tomándote tu tiempo sin apresurar la estimulación genital, recuerda que el orgasmo es una consecuencia, no una meta.
Tener una sana Autoestima Sexual está lejos de la arrogancia y el egoismo, te hace una mujer generosa, conectada con su merecimiento, consciente de su atractivo y valía, firme en sus decisiones, dueña de sus emociones, y radiante, porque has superado inseguridades y creencias limitantes que no te pertenecen.
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