Elevar la conciencia a través del encuentro íntimo es la premisa del Tantra. En una realidad donde la gratificación instantánea se ha convertido en la norma, la apuesta de esta filosofía india resulta tan diferente como tentadora de llevar a la práctica.
Sin embargo, y cómo es indispensable tener una mente abierta para disfrutar de la versión lenta y más conectada del sexo que propone el Tantra, hablar de este tema con tu pareja, puesto que por lo general solemos estar acostumbrados a un guion sexual que siempre le funciona, es un desafío.
Más allá de las palabras y de la enseñanza de los textos sagrados, el Tantra es una práctica, así que te proponemos algunas acciones sensuales que le permitirán a tu pareja abrirse a la experiencia:
Prepara el Ambiente
Luces tenues, música sexy, detalles como velas y flores, el escenario para el Tantra tiene un rol protagónico porque permite enfocar los cinco sentidos en el momento presente. Sal de la habitación y prueba otro espacio, experimenta en el piso, sobre una esterilla de yoga o un edredón.
Baño Sensorial
Uno de los principios fundamentales del Tantra es la honra a la energía del otro, de manera que el hombre encarna al dios Shiva, o principio masculino, mientras nosotras las mujeres somos Shakti, la diosa femenina universal. Un largo baño donde nos demos el tiempo de sentir el agua, el jabón, con aromas que nos resulten estimulantes, donde nos entreguemos a sentir sin sucumbir ante la pasión es un punto de partida tántrico para comprender con el cuerpo que se trata de disfrutar sin apremios.
Masaje con Aceites Aromáticos
Sabemos que todo el cuerpo es erógeno, pero muy pocas veces experimentamos el placer de ser tocados más allá de los centros conocidos del placer. Un masaje tántrico es aquel que recorre todo el cuerpo con las manos, haciendo uso de aceites esenciales aromáticos que promuevan la relajación y – al mismo tiempo – la excitación a fuego lento, como la vainilla, el ylang ylang, el cacao. Atrévete a probarlo, pero sáltate los genitales, porque el objetivo aquí no es llegar al sexo, sino disfrutar de este camino placentero.
Besos y caricias Ilimitados
Tiernos y más salvajes, dar y recibir besos y caricias a raudales es una expresión de amor y reverencia a la pareja, todo lo contrario de ir al grano, así que tómate todo el tiempo que necesites y no veas esto como un paso previo al sexo, sino como parte de la intimidad sagrada de los dos.
Bajar el Ritmo y procurar el Orgasmo Simultáneo
El sexo lento es sinónimo de Tantra, porque eso nos quita la atención en el clímax como objetivo. Busca posiciones donde puedan mirarse a los ojos, como el Yab Yum, respiren de forma sincronizada, comuníquense más allá de las palabras y en esa unión sagrada, en esa fusión de cuerpos y almas, es muy probable que alcance el pináculo del placer al unísono, cosa que los unirá de una forma tan bonita como intensa.
Curiosidad para seguir experimentando
Si tu pareja ha disfrutado de estas sugerencias puedes invitarlo a leer contigo textos tántricos como el Ananga Ranga que es más que un manual de posiciones sexuales, ya que invita a hacer algunas modificaciones en el estilo de vida para extraer ese carácter puro y sagrado del sexo, así como también están los libros de Osho, gran maestro tántrico del siglo XX, y el clásico Kama Sutra, que nos da ideas creativas para disfrutar, y si todavía queréis profundizar más un curso o retiro tántrico puede ser una idea tentadora para llevar las prácticas al siguiente nivel.
No hace falta viajar a un lugar distante y exótico para traer a la cotidianidad los beneficios del Tantra, basta la intención y la disposición de ambos para conectarse genuinamente a través del placer, sin más pretensiones que la de desnudarse en su totalidad, en sexo y alma…así que, en lo que decidas atreverte, lo más seguro es que tu pareja te seguirá, entonces ¡ve a por ello!
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