Cuando una relación no se desarrolla como esperábamos, cuando la persona que amamos no nos elige, enfrentamos uno de los desafíos emocionales más difíciles: aprender a soltar. Este proceso no es solo una cuestión de voluntad, sino un camino de autodescubrimiento, aceptación y autocuidado.
No realizar este proceso de manera consciente puede tener consecuencias emocionales significativas. Aferrarse a alguien que no nos elige puede generar sentimientos de frustración, ansiedad y baja autoestima, manteniéndonos atrapados en una relación unilateral y dañina. Además, nos impide avanzar y abrirnos a nuevas oportunidades afectivas que sí estén alineadas con nuestro valor y nuestras necesidades emocionales. Soltar no es perder, sino liberarse para encontrar algo mejor: nuestra paz interior.
Este artículo está diseñado para ayudarte a transitar el duelo amoroso de una manera saludable, sin aferrarte a ilusiones que solo prolongan el sufrimiento. Aprenderás estrategias para reconectar contigo misma, reconstruir tu autoestima y cerrar este capítulo con dignidad y fortaleza emocional. Recuerda que soltar no significa olvidar, sino darle un nuevo significado a tu historia y permitirte abrir espacio para experiencias que realmente nutran tu bienestar.
1# Llena tu vida de todo lo que descuidaste por estar ocupada en esa relación
Preocúpate de ti, de tu autocuidado, de atenderte, de mimarte, de abrazarte, de nutrirte, de hacerte obsequios, de gestionar un proyecto que te entusiasmaba y dejaste de lado. La motivación no viene de la nada, sino, de esas pequeñas acciones que haces a diario para sacarte adelante.
2# Haz cosas que te den bienestar, aunque te cueste tomar impulso
Hay espacios que son para ti, que cada vez que los visitas, te recargan de energía, te dan un respiro y alimentan tu sentimiento de suficiencia. Vete a bailar, a pintar, al gimnasio, o lo que sea que te distraiga, te de paz y te haga encontrarte contigo misma para renacer.

3# No reduzcas tu vida a esa persona
Enfócate en quienes están hoy en tu vida y te quieren, te aceptan, te hacen bien y te dan cariño. Acércate a la familia que te cobija y a las amigas que te esperan con los brazos abiertos.
4# Protege tu dignidad
No persigas, no ruegues, no te ofrezcas como amiga ‘con derechos’, no trasgredas tus límites para que te elija de nuevo, no te conformes con migajas.
5# Limita los medios de comunicación
Bórralo de las redes sociales, y así evitas estar viendo información que te dañe, cayendo en la tentación de escribirle o responderle, o espiar interacciones que terminen erosionando tus heridas. Quítalo de todos lados, y si realmente debes comunicarte por motivos de fuerza mayor, que sea por correo electrónico, o mediante un intermediario.
6# No te atormentes buscando razones
Los motivos pueden ser miles, e incluso, quizás ni siquiera tengan que ver contigo. No quiere estar, y eso es lo único importante a considerar para que tomes decisiones basadas en tu autocuidado, más que buscar respuestas que terminen haciendo todo más difuso.
7# No inventes excusas para buscarle
Un saludo de cumpleaños, devolverle una prenda de ropa, ofrecer tu amistad cuando claramente deseas algo más, ir a los lugares que frecuenta para forzar un encuentro ‘casual’, y todo ese tipo de comportamientos que te hacen caer en la ilusión de que las cosas podrían tomar otro rumbo, te impiden seguir con tu vida.

8# Dale espacio al dolor
Es fundamental para seguir avanzando. Encuentra el equilibrio entre dejar salir a la superficie lo que sientes (la forma efectiva es dejar fluir el llanto) y darte los ánimos necesarios para levantarte de la cama.
9# Comprende que esa persona no te quiere en su vida
Lo primero que solemos hacer cuando alguien nos rechaza o nos deja, es buscar excusas para negarnos a aceptarlo: está pasando por un mal momento, tiene miedo al compromiso…Una persona que quiere estar contigo, te lo va a demostrar; estará a tu lado para construir, y si estáis pasando por un mal momento, para solucionar los problemas en conjunto. Quien te regala su indiferencia, su ausencia o su atención intermitente, sumiéndote en una profunda confusión, no quiere estar de verdad, y ya está. Aprender a pasar por el dolor de la aceptación, es un gran avance.
Recuerda que cada final es también un comienzo. A medida que sueltes el pasado, descubrirás una versión más fuerte y auténtica de ti misma. Con el tiempo, el dolor dará paso a nuevas oportunidades, nuevas conexiones y una renovada confianza en el amor. Permítete vivir este proceso con paciencia y amor propio, porque el futuro tiene reservadas para ti experiencias que realmente merecen tu entrega y tu corazón.
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