Compartir sexo simultáneamente con dos personas, sea cual sea la combinación de géneros que se desee, es una fantasía bastante común. Quizás los tríos generan un morbo extra por la idea de ser el centro de atención y recibir estímulos de varias personas a la vez. Puede que ese especial interés sea por tratarse de una práctica con cierto aire transgresor al romper con la idea tradicional de que en la cama, donde caben dos, no caben tres. Sea el motivo que sea, los tríos generan curiosidad y cuando alguien decide ir un poco más allá en la exploración de su placer erótico es de las primeras experiencias que se plantean. Si es tu caso, si estás pensando en hacer tu primer trío, aquí van una serie de ideas a tener en cuenta para disfrutarlo al máximo.
1# Plantéalo sin miedo. Si tienes pareja y quieres hacer un trío con él o ella, recuerda que es una fantasía bastante común y una práctica más frecuente de lo que se podría pensar. Compartir una fantasía o un deseo sexual en pareja es una muestra de confianza que debería generar complicidad, no juicios (las fantasías están en la cabeza y son libres, no son la realidad donde sí hay otras consecuencias). Ten en cuenta que a lo mejor la primera respuesta no es tan entusiasta como querrías ya que cada cual tiene sus sueños y sus momentos, pero si hay buena predisposición, todo se puede negociar.
2# Todas las personas implicadas han de tener ganas de hacer el trío. Suena obvio pero en algunos casos puede haber presiones de la pareja y acabar cediendo por miedo o inseguridad.
3# Si el trío lo vas a hacer con tu pareja (y otra persona más, claro) es importante que previamente habléis los dos de vuestra fantasía, de cómo os imagináis ese trío, de si tenéis dudas sobre si puede afectar a vuestra relación, si hay algún miedo u otras cuestiones que puedan surgir. Explorar el sexo con otras personas ha de ser algo positivo, no convertirse en un obstáculo, y cualquier conversación previa que sea necesaria ayudará a sacarle resultados beneficiosos.

Todas las personas implicadas han de tener ganas de hacer el trío. Foto: Shutterstock
4# Recuerda que las fantasías son una cosa y la realidad, otra. En la imaginación todo encaja a la perfección. En cambio, en la realidad es bastante probable que haya cosas que no. Tenlo presente para rebajar expectativas y evitar decepciones o frustraciones ante esas cosillas que finalmente no salen como se habían fantaseado.
5# Siguiendo con esa idea de rebajar expectativas lo primero que has de tener claro es que no siempre es fácil encontrar a una o dos personas para un trío (y que además te gusten). Así que no te frustres si no aparecen con la rapidez que esperas. Una sugerencia: puedes probar a buscar en redes sociales de entorno liberal como Wyylde, JoyClub o Okswingers.
6# Piensa qué te puede apetecer y cómo te gustaría hacerlo. Dedícate ratitos a ti misma y regodéate en tu fantasía para ir avivando el deseo. Luego ya vendrá el momento de bajarla al plano de la realidad, lo cual implica, por supuesto, tener en cuenta también qué le puede apetecer y cómo a las otras personas implicadas.
7# Comenta y acuerda previamente con todas las personas implicadas qué límites no se quieren pasar, cómo comunicar si se está a gusto o no. También se puede hablar de qué va a pasar después, estableciendo qué tipo de contacto busca cada cual y qué posibilidades de más o menos relación pueden darse.
8# En el momento de realizar el trío hay que fijarse en todas las personas implicadas, que nadie vaya a sentirse desplazado. Cuando el trío se hace con la pareja y otra persona puede haber dos riesgos, o bien que esta última reciba más atención por ser la novedad o bien que se quede un poco al margen si no se integra en la dinámica de la pareja. Lo dicho, atención a que nadie se sienta desplazado. En este tema me acuerdo siempre de la siguiente escena de la serie Dos hombres y medio:
9# Ten claras las medidas de prevención y acuérdalas con todas las personas implicadas. Si optas por usar preservativo o si te quedas más tranquila con una analítica de ITS, coméntalo. Mejor dejar clara la logística de antemano para luego poderse centrar en disfrutar sin distracciones.
10# Cuando te pongas al lío es posible que surjan nervios. Normal, lo raro sería que una práctica nueva y deseada no generara ningún tipo de adrenalina. Entiende y acepta esas sensaciones y, como has trabajado previamente el tema, es de esperar que te encuentres en un entorno seguro y de confianza para dejarte llevar, sorprender y gozar con la práctica.
11# Tras cualquier relación sexual es fundamental un ratito de cuidados. Lo que en BDSM se llama aftercare. Obviamente aquí no iba a ser menos. Dedicaros unos minutos a preguntar cómo está cada cual y a algunas muestras de afecto. No hay que caer en el error de pensar que, aunque se haya acordado que no va a haber relación posterior no son necesarios los cuidados. Un mínimo siempre es imprescindible. Y por si aún hay alguien con dudas, solo añadir que un poco de afecto tras el sexo no hace que nadie se enamore.
12# Si el trío se ha hecho en pareja, es posible que después de esa experiencia se genere complicidad y unión. Se ha compartido un rato de intimidad, se han traspasado algunas puertas que quizás inicialmente estaban cerradas y se ha visto a la pareja en otra situación. Si surgen dudas o emociones, es bueno comentarlas para aclarar todo lo necesario. O incluso comentar la jugada después para recordar sensaciones vividas y generar excitación en otras ocasiones.
Compartir cama con dos personas, como cualquier otra práctica sexual, es una oportunidad para crecer, disfrutar y conocernos un poco más en el plano del placer. Y después de llevarlo a cabo puede ser bueno preguntarse honestamente: ¿repetiría? En la respuesta tienes la mejor valoración de qué tal ha ido ese primer trío.
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