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La Monogamia: ¿Natural o Aprendida?

¿Puede la ciencia darnos una respuesta? Analizamos, de mano de los expertos, lo que tiene que decirnos al respecto.

Ysabel Velásquez

Con la visibilización y el auge de formas de relacionamiento sexo afectivas distintas a la pareja monogama, como el poliamor y la pareja abierta, pareciera ganar adeptos la teoría de que la exclusividad sexual no es más que producto del aprendizaje, una imposición social a través del matrimonio que permitió, entre otras cosas, la creación de un patrimonio para heredarlo a los hijos y evitar enfermedades de transmisión sexual.

Sin embargo, sabemos que todo lo que tiene que ver con nuestra conducta sexual es resultado de un diálogo permanente entre la biología y la cultura. La ciencia, que es fáctica, puede esclarecer las influencias cambiantes de lo social, con respuestas que trascienden las particularidades del momento que vivimos.

Si analizamos como nuestro cuerpo ha evolucionado, la química cerebral femenina segrega altos niveles de oxitocina durante la excitación y  el orgasmo, la hormona del apego seguro que nos lleva a desarrollar emociones y sentimientos positivos, es decir, a enamorarnos. Para los hombres la cantidad de oxitocina es menor, al tiempo que la vasopresina, hormona de la relajación, es mucho mayor, aunque también se ha descubierto que la producción de exitocina va aumentando con el tiempo, mientras él tiene sexo con la misma mujer, permitiéndole que se fortalezca la intimidad.

Por otra parte, para la mujer cuando esa oxitocina no encuentra una respuesta en un comportamiento afectivo estable de la pareja, aumenta el cortisol y la adrenalina, y la ansiedad aparece en forma de ese sufrimiento por amor típico de las relaciones ambivalentes, carentes de responsabilidad.

David Barash, psicobiólogo de la Universidad de Washington, y coautor del libro El mito de la monogamia defiende que no es natural y explica que el 80% de las sociedades primitivas eran polígamas, específicamente practicaban la poliginia, es decir, un hombre con varias mujeres como concubinas al mismo tiempo, hasta que se dieron cuenta de la ventaja que suponía para los bebés contar con la atención de padre y madre para su desarrollo, momento en el que la monogamia se convirtió en un estilo de vida útil y deseable.

El 80% de las sociedades primitivas eran polígamas. Foto: Shutterstock

Los bebés humanos tardan más que otros mamíferos en desarrollarse hasta alcanzar la independencia, esto requiere el cuidado nutricio de la madre que le provee de alimento, pero supone una ventaja contar con la protección del padre que le impulsa a explorar el mundo con mayor seguridad.

La última palabra la tiene nuestro cerebro, la corteza pre frontal, la parte más evolucionada, que controla lo que depende de nuestras decisiones conscientes y permite hacer inferencias y análisis de las consecuencias del comportamiento a futuro. Postergar la gratificación instantánea del sexo casual, para dar paso a una relación con visión de futuro, como un proyecto de vida en común, es una aspiración natural de los seres humanos porque nos permite formar un equipo, eliminar la soledad y fortalecernos mental y emocionalmente como individuos.

Hoy sabemos que la intimidad que brinda una pareja estable es un pilar para la felicidad y la salud. Las parejas casadas tienen menos infartos, padecen con menos frecuencia enfermedades cardiovasculares y viven más que los solteros.

Mente y cuerpo, sexo y emociones son indivisibles, y es por ello que la estabilidad que nos da una pareja sana permite que sumemos bienestar, y esto no está siempre ligado al deseo de formar una familia, decisión que comporta que la pareja adquiera los roles de padres, proceso que genera dinámicas que transforman el vínculo romántico y que requiere de mucha madurez para encontrar espacios que permitan alimentar el amor.

Antes de seguir cualquier tendencia pregúntate qué deseas de una relación, cómo te ves en el presente y te proyectas al mañana. Ni la monogamia es el fin de la libertad, ni el sexo sin compromiso es la expresión del empoderamiento femenino, se trata de construir una relación que sea gratificante para ti, donde puedas ser tu misma y tu pareja, además de quererte y respetarte, desee lo mismo que tú.

© L’Erotheque. Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.

Ysabel Velásquez
Por Ysabel Velásquez

Sexóloga, Sex & Love Coach . Periodista de Salud. Autora del Libro de motivación para la mujer :En Femenino.