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Las 4 Diosas Tántricas que Habitan en Ti

La energía de estas diosas tántricas habita en cada una de nosotras, descubre el temperamento y las características de ellas.

Ysabel Velásquez

En el tantra cada mujer es la encarnación de Shakti, el principio femenino, la energía creadora y nutricia que sustenta el universo, la diosa que es madre, mujer, amante y sabia.

Shahrukh Hussain, en su libro ‘La Diosa: Creación, fertilidad y Abundancia. Mitos y Aquetipos Femeninos (1997)’ explica que las escrituras tántricas del siglo VII, describen que de Shakti emana la vida, es decir, las mujeres somos las portadoras del aliento vital. La energía femenina es Maha Kali, el gran poder, el receptáculo del cosmos, el principio activo y prodigioso, del cual también deriva el hombre, y que a su vez lo protege cómo una madre Mahavidya, de gran sabiduría.

Nosotras somos cambiantes, como la luna que marca el ciclo menstrual, volubles, emocionales y multifacéticas, y es por ello que desde la antigüedad la diosa se presenta con distintos aspectos o personalidades, entendiendo éstos como arquetipos que nos ayudan a navegar las aguas turbulentas de nuestro cambiante y enigmático mundo interno.

El tantra nos presenta cuatro caras de Shakti. La energía de estas diosas habita en cada una de nosotras aquí te presentamos el temperamento y las características de ellas:

Parvati

Es la amante esposa, la feminidad sensual y sexual que vive para el hombre, que le gusta cuidarlo de forma erótica e íntima, que disfruta tenerlo satisfecho. Se entrega totalmente en la intimidad, recibe pero también disfruta mucho de dar.

Este aspecto de Shakti encarna la belleza, la armonía y la devoción.

Uma

Es el amor expansivo hacia la humanidad. Es la mujer que disfruta de su vocación, su propósito de vida, su misión o su servicio a la sociedad.

Este aspecto de Shakti encarna la realización a través del trabajo, del compromiso altruista con los demás desde su esencia y talentos.

Durga

Es la madre nutricia, la que prepara los alimentos. Reina del amor servicial, es la mujer que le hace un masaje en los pies a su pareja cuando está cansado, pero que al igual que la diosa, contiene la fuerza latente para defenderlo de sus enemigos y hacer justicia.

Este aspecto de Shakti encarna el poder silencioso y tierno de los cuidados, así como la valentía del amor.

Kali

Es la energía femenina oscura y determinante. Los hombres se bloquean, o no saben qué hacer, ante tanta fuerza. Es la mujer que se comunica con asertividad, que exige la presencia masculina. Es la diosa que hace al hombre tomar conciencia de su vida. El hombre se abandona y confía en esa energía. Se le representa cortando la cabeza de los hombres y esto significa cortar el ego. Kali desaparece cuando lo masculino está presente y ahí se relaja.

A diferencia de lo que se cree por sus representaciones pictóricas, la energía de Kali no es destructiva: ”El texto sagrado Kalika Purana abunda en relatos fantásticos de los combates eróticos de Kali con su esposo, lo que demuestra que disfruta de los juegos sexuales y que está decidida a hacer su voluntad en esta faceta”, describe Shahrukh Hussain

Este aspecto de Shakti es una energía poderosa, activa y positiva, en lugar de inútilmente agresiva. Devuelve a las mujeres las virtudes que la mayoría de las culturas nos han negado: la fuerza moral y física, el intelecto y el conocimiento y la autonomía sexual. Así que, podemos afirma que es un arquetipo que refleja muy bien a la mujer empoderada de la actualidad.

La energía femenina es una fuerza universal que muchas de nosotras pasamos por alto. Foto: Pexels/Vlada Karpovich
Es necesario que las cuatro diosas tántricas están en equilibrio. Foto: Pexels/Vlada Karpovich

¿Cómo se siente cuando Shakti no está en equilibrio?

Bien los dijo Carl Jung “quien mira hacia afuera sueña, quien mira hacia adentro despierta”, y es que este padre del psicoanálisis, estudioso profundo de los arquetipos, tenía razón en que enfocarnos en lo externo y vivir reaccionando a las circunstancias es lo que desequilibra la sagrada y poderosa energía femenina que define nuestra esencia.

Shakti sin equilibrio se vive a través de emociones y conductas de las que no somos muy conscientes, entre las cuales podemos observar:

Buscas la validación a través de la mirada de las otras personas y dependes de sus opiniones para sentirte suficiente. Ahí hay que integrar a Parvati, volviendo a mirar tu belleza genuina, y honrarla apreciando todo de ti.

No te permites disfrutar el presente. Tienes tu mente tan ocupada en el trabajo, en tus estudios, en tus relaciones, que poco espacio y tiempo quedan para ti. Necesitas integrar a Uma, reconociendo que vivir en propósito no significa sacrificarte, y que además del hacer, sólo por ser, eres un regalo para el mundo.

Te sientes demasiado insegura, te cuesta tomar decisiones y aparece con frecuencia el síndrome de la impostora. Es necesario integrar a Durga, reconociéndote tu fortaleza y valentía internas para recordar que tienes el potencial de lograr todo lo que deseas.

No te atreves a poner límites, te cuesta decir que no y se te dificulta expresar tus sentimientos. Es urgente integrar a Kali, haciendo consciente tu determinación, comunicando tu poder con palabras precisas, respetando al otro sin dejar de hacerte escuchar.

¿Cómo se siente Shakti integrada?

Somos todas y una, la Shakti integrada se ve como una mujer que fluye sin miedo por los cauces de sus emociones, con los meandros de sus deseos, que no teme a sus sentimientos, por el contrario, los gestiona y los expresa sin reprimirlos, así honra su energía femenina primordial.

Es la mujer que ama, que se entrega, que nutre, que entiende el poder que hay en su suavidad y ternura, que se somete a voluntad cuando sabe que es protegida y puede confiar, pero conoce su fuerza interna, pone límites con sabiduría y no permite malos tratos, es la que se sabe valiosa para ella misma, para su hombre y para el mundo.

Integrar las cuatro caras de Shakti significa poder discernir cuál aspecto de la diosa nos domina en determinado momento, y con sabiduría encarnar esa energía para poder expresarla, disfrutarla y ponerla al servicio de la humanidad.

Reconocernos sagradas, dignas y valiosas, como joyas preciosas, es honrar la energía femenina, es reverenciar a Shakti en los tiempos actuales, es conducirnos como amantes tántricas que no se dejan avasallar por el varón, por el contrario, lo seducen reconociendo su sagrada energía masculina, lo honran como Shiva, y le dan cabida en su vida como una pareja complementaria, interdependiente, amorosa y sana.

© L’Erotheque. Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.

Ysabel Velásquez
Por Ysabel Velásquez

Sexóloga, Sex & Love Coach . Periodista de Salud. Autora del Libro de motivación para la mujer :En Femenino.