La masturbación, o como su nombre sexológico la describe, el autoejercicio de la función sexual, es el acto privado más íntimo y especial que podemos realizar ¡Y no! No es una cosa de adolescentes o un sustituto de la actividad sexual compartida, es placer puro por sí mismo, algo a lo que todas tenemos derecho.
Alrededor de la masturbación se tejen muchos mitos, alimentados por la religión y el rol tradicional de la mujer, que nos han limitado por siglos y todavía perviven en forma de tabúes que bloquean nuestro placer, no en vano se sabe que alrededor de un 98% de las mujeres con dificultad para alcanzar el orgasmo nunca se ha autoestimulado.
Además de ser una práctica de autoconocimiento, ayudarnos a liberar el estrés y a expresar el deseo sexual, masturbarse se trata de hacernos el amor ¿Quieres llevarla al próximo nivel? ¡Aquí te digo cómo hacerlo!
Automasaje sensorial
En lugar de ir directo al grano explora tu anatomía con un suave y lento automasaje. Aplica a tu crema hidratante unas gotas de tu aceite esencial favorito. Aromas dulces como la vainilla tienen propiedades afrodisíacas. Comienza con tus pies y ve subiendo. Esto te permitirá relajarte y enfocarte en el tacto.
Focalización erógena
Todo tu cuerpo es sensible. Enfócate en esas zonas olvidadas como la parte interna de los codos, las muñecas, y ve avanzando hacia el cuello, la zona interna de los muslos y los pechos. Sin darte cuenta comenzarás a excitarte y a sentir ese deseo en tu piel.
Suave toque genital
En lugar de apresurar la estimulación directa, aplica un toque suave en tu vulva, explorando sus pliegues. En este momento puedes incorporar un lubricante de efecto cálido o mentolado, recuerda que sea a base de agua y probado científicamente.
Incluye juguetes
La juguetería erótica brinda una variada gama de artilugios pensados en nuestro placer que ofrecen diversas formas de estimulación: directa al clítoris como los succionadores, dildos y consoladores fálicos con o sin vibración, vibradores que estimulan tanto el clítoris como la vagina, algunos que también incluyen la estimulación de la zona anal, así como estimuladores del punto g, entre otros.
Usar juguetes nos invita a explorar con mente abierta, porque de seguro disfrutarás más de uno que de otro ¿lo más importante? No “casarte” con uno solo, para no generar una fijación o dependencia, y no usar nada “casero” a modo de juguete sexual porque te expones a vergonzosos accidentes que pueden poner en riesgo tú salud.
Lubricación extra
Usar un lubricante siempre es buena idea. A la hora de darte placer son recomendables los de efecto cálido o refrescante. Toma en cuenta que si usas juguetes tu lubricante deber ser compatible con ellos. Cuando no los uses, opta por un lubricante a base de agua.
Explora rutas alternativas
Todas tenemos una técnica que nos funciona, una ruta segura al orgasmo, sin embargo, siempre es saludable innovar. Date tiempo antes de ir a la zona sur, recorre tu cuerpo sin seguir un guion y no te apresures en llegar al clímax. Respira profundo, sintiendo el aire entrar desde la vagina, enfócate en un movimiento suave y exprésate con sonidos y palabras para que la libertad te permita distenderte y sentir sin reparos.
Varía modos de estimulación
Prueba diversas velocidades de estimulación, haz círculos con tus dedos en la zona interna de la vagina que corresponde al haz nervioso interno del clítoris, prueba con un chorro de agua de presión moderada sobre el clítoris, aprovecha la textura de la bragas de encaje o usa una almohada sobre la que puedas balancearte ¡usa la creatividad!
Déjate llevar por tu instinto y sé curiosa, que las sensaciones de tu cuerpo te guíen a experimentar el placer en tus propios términos, recordando siempre que el orgasmo es una consecuencia de la estimulación, no una meta, y si hay alguna creencia o pensamiento que te inhiba vuelve a tu cuerpo…eso es ser una mujer verdaderamente empoderada.
L’Erotheque. Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.
