Manual de Amores de Verano

Los amores de verano son relaciones intensas que pueden dejar secuelas. Hemos preparado un KIT SOS para que el coste emocional sea mínimo.

María Villalba Tost

Cuando llega el verano, el buen tiempo y las vacaciones, de entrada, nos predisponen a un estado emocional más positivo, lo que, a su vez, puede conllevar una actitud más receptiva en general, y, particularmente, en lo romántico puede pasarnos lo mismo.

Esa es la razón, por la que los amores de verano son tan intensos y una puede desechar hacer un balance del todo meditado como quizás, en otros momentos del año, estando más reflexivos y menos impulsivos, sí que haríamos.

¡Y esto, en realidad, no tiene por qué estar mal ni mucho menos!

Pero sí puede implicar que, una vez retomada esa rutina, el balance coste- beneficio de esa aventura, no siempre quede libre de secuelas o de la sensación de “lo tendría que haber pensado antes, o haberlo hecho diferente”.

Vamos a ver algunos puntos a tener en cuenta a modo de KIT SOS para que esos affaires veraniegos tengan el mínimo de coste emocional para todas las personas implicadas:

1# Lo primero de todo, para cuidarnos y también cuidar al otro, es contextualizar la situación.

¿Qué tan breve o prolongado puede ser ese escenario? Hablamos de un viaje con principio y final, hablamos de una persona que está de paso en nuestra ciudad, hablamos de unas vacaciones que se repiten cada año o ¿es alguien a quien podemos “tener acceso” el resto del año?

Ver dónde estamos situadas y tomar conciencia del contexto, nos puede hace más responsables con las decisiones que tomemos.

2# Una vez hecha la primera reflexión, sería ver desde qué lugar me apetece vivir eso.¿Se trata de alguien que me gusta? ¿De alguien que sencillamente me atrae y no pasaría más de un par de noches? ¿Se trata de alguien que además de todo ello, me interesa? El contexto también puede definir el “desde dónde” vivo esa aventura, pero también lo que aquella persona me genere.

Revísalo, sin agobios, pero tenlo en cuenta.

3# ¡Toca compartirlo con el otro! Esta quizás pueda ser la parte más incómoda pero sin duda, de las más importantes.

¿Estáis en la misma página? ¡Genial! ¡Adelante con lo que surja y queramos vivir!

¿No es así? Pues quizás toque alguna que otra conversación para evitar malos entendidos…

Una vez llegados al punto 3, evidentemente lo que vaya transcurriendo puede ir dando lugar, o no, a otras conversaciones, pero lo importante es que la intensidad veraniega y sus calores, no habrán impedido ser responsables afectivamente con nosotras mismas y con aquellas personas con las que los meses de más calorcito nos pongan en el camino.

Siendo así, terminado el período de vacaciones y con ambos pies de nuevo en la rutina, el recuerdo de lo vivido probablemente emocionalmente será más positivo y con menor coste que si se hubiesen ido dando “saltos al vacío” sin red.

© L’Erotheque. Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.

María Villalba Tost
Por María Villalba Tost

Psicóloga- Sexóloga y Terapeuta de Pareja. Cofundadora de Sexualis Salud: Plataforma de psicología online donde poder trabajar tus emociones, tu sexualidad y tus relaciones.