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¿Por qué Tardo tanto en Llegar al Orgasmo?

Aunque tenemos claro que tener un orgasmo no tiene que ser un objetivo, resulta frustrante querer tenerlo y no ser capaz de alcanzarlo.

Ysabel Velásquez

Estás en medio de la relación sexual y te descubres pensando ¿por qué tardo tanto en llegar? Y en ese pensamiento te alejas más de las sensaciones de tu cuerpo, pareciera que el orgasmo está a kilómetros de distancia, es como si el deseo de tu mente no se correspondiera con lo que vas sintiendo, como si un abismo los separara y quisieras salvar esa distancia en segundos ¿Te ha pasado? Todas lo hemos experimentado, al menos alguna vez.

¿Por qué nos sucede esto? La respuesta es simple: vemos el orgasmo como una meta, más que como lo que realmente es, una consecuencia de la estimulación, una liberación de energía sexual que se va acumulando momento a momento.

¿Qué nos dice la ciencia? Nosotras tardamos, en promedio, siete minutos desde que comenzamos a excitarnos hasta llegar al clímax, y esa excitación se va construyendo con estímulos táctiles, auditivos, visuales, olfativos y con una disposición del cerebro a erotizar todo el proceso.

¿Qué pasa en la realidad? Que cuando vamos a la intimidad hay pensamientos que nos sabotean la excitación, cómo todo lo relacionado con nuestro cuerpo, cosa que los hombres no advierten en lo más mínimo pero que tenemos programado desde muy temprano al comprarnos con ciertos cánones de belleza, juicios relacionados con nuestra propia conducta sexual, listas de pendientes del trabajo o responsabilidades familiares, resentimientos con la pareja…todos éstos pensamientos son sumamente antieróticos.

Vas al encuentro sexual con ese bagaje mental y la intención de liberarte del estrés cotidiano, pero y aun cuando deseas entregarte al placer del momento, estás más en tu mente que en tu cuerpo, y en el momento que comienza el coito o la estimulación genital más directa, hay una ansiedad por llegar, como en una carrera.

El tiempo se te hace eterno porque no estás enfocada en el presente y en cada sensación que experimentas, y la ansiedad va en contra de la relajación indispensable para que el ciclo de respuesta sexual se produzca de forma completa, de esta forma también puedes experimentar desconexión y frustración: tu mente quiere una cosa – y va más rápido – y tu cuerpo te aleja de ese deseo.

¿Cómo solucionarlo? Sincronizando mente y cuerpo. La vía para alcanzar el orgasmo en un tiempo que percibas como satisfactorio es dándote tiempo para sentir, en lugar de acelerar la estimulación. Se trata de que mente y cuerpo registren el estímulo para crear esa excitación que va in crescendo, así que el avance y retroceso en el estímulo es clave, haciendo pausas, respirando profundo como si el aire entrara desde tu vagina hacia arriba, con un movimiento suave, a nivel fisiológico permitirás que la circulación sanguínea aumente en el clítoris y que todo su haz de ocho mil terminaciones nerviosas, que recorren toda la pelvis, se active para producir esa liberación orgásmica.

Es preciso recordar que también juegan en contra de nuestra respuesta sexual las creencias limitantes con las que hemos crecido: que el orgasmo femenino no es importante, que si vamos a la relación sexual y no lo alcanzamos no pasa nada, que puedes experimentar placer sin orgasmo, que alcanzar nuestro orgasmo es más difícil que el de ellos. Todo esto son patrañas y mentiras, justificaciones para que te conformes, esto no es verdad. Nuestro orgasmo es tan fácil como el de ellos, tan importante como el de ellos, tan necesario para nuestro placer como el de ellos.

Las técnicas de estimulación que te propongo aquí puedes aplicarlas primero en solitario, y después en pareja, llevar la estimulación al límite, justo antes de llegar al clímax, es una práctica que se conoce como edging (bordear), y además de permitirte a ti conocer las sensaciones que anteceden al orgasmo, en él aumentan el control eyaculatorio, y promueven una comunicación sexual entre ambos que además potencia la conexión emocional.

Por último, y no menos importante, no vayas al encuentro sexual para evadirte de la realidad o para llenar un vacío afectivo o emocional, ve para disfrutar del placer que ya es tuyo y que se comparte en pareja, el orgasmo no es algo que te da el otro, sino que emerge de ti porque es una cualidad de tu propio ser, inherente a ser mujer.

© L’Erotheque. Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.

Ysabel Velásquez
Por Ysabel Velásquez

Sexóloga, Sex & Love Coach . Periodista de Salud. Autora del Libro de motivación para la mujer :En Femenino.