Desde la creación de la píldora anticonceptiva en la década de los 60 es un hecho que las mujeres contamos con mayor libertad para ejercer nuestra sexualidad, pero con el pasar de los años se ha observado que a algunas de nosotras la combinación hormonal puede disminuir nuestro deseo sexual, mientras que para otras lo aumenta ¿es esto cierto?
Si y no, y esta respuesta tan ambigua se debe a que el deseo y el placer es tan individual como variable en cada mujer, porque en su expresión convergen la fisiología, la psicología, las emociones y las expectativas socioculturales, por ello en cada mujer el efecto de las píldoras es particular.
Lo que nos dice la ciencia es que la mayoría de las píldoras contienen una combinación de hormonas femeninas sintéticas similares al estrógeno y la progesterona, y éstas bajan la producción de testosterona natural, que es la hormona que más activa el deseo sexual.
La mayoría de las mujeres que toman la píldora todavía producen suficiente testosterona para no sentir un descenso importante en su libido, pero en algunas sí se puede hacer más evidente el cambio a las pocas semanas de tomarla. Si te sientes identificada, ese es el momento de consultar con tu ginecólogo.
En una revisión de estudios publicados sobre la píldora anticonceptiva y la función sexual desde 1970 hasta 2013, los investigadores encontraron que 6 de cada 10 usuarias no experimentaron cambios en su deseo, más de 2 de cada 10 sintieron más libido y sólo 1 de cada 10 reportó una disminución significativa del deseo sexual (1).
Es importante recordar que las píldoras actuales tienen una carga hormonal mucho más baja que sus predecesoras, y que tu médico buscará la alterativa que más se adecue a tus necesidades, por eso nunca debes automedicarte siguiendo consejos de tus amigas. Además, hay otras opciones de anticoncepción no hormonal como los Dispositivos Intrauterinos (DIU) que pueden venirte bien.
Sabemos que el deseo sexual es mucho más que hormonas, esto explica los resultados tan heterogéneos de los estudios y lo que la experiencia de diversas mujeres nos dice a los especialistas en sexología.
La ansiedad, ubicua en tiempos de pandemia, sumada al estrés cotidiano y a un mal manejo de la comunicación en pareja que genera resentimientos y emociones incómodos contribuyen, aún más que la píldora, a que tu libido disminuya significativamente.
Otro aspecto que es aún más determinante a la hora de expresar el deseo sexual de forma sana es la imagen corporal, y si ésta se ajusta a no a cómo a ti te gusta lucir, más allá de la talla o de los cánones de belleza. La confianza y una autoestima positiva no sólo alimentan la actitud y la conducta con la cual te aproximas a la intimidad, sino que crean el ambiente biológico propicio para que hormonas y neurotransmisores se pongan en marcha para alimentar la pasión.
Se nos ha dicho que todo lo que tenga que ver con nuestra salud es una cuestión de hábitos, y el deseo sexual no se escapa a ello. La dieta, aunque no lo creas, también puede jugarnos en contra cuando queremos conectarnos con nuestro yo más sensual, aquí te dejo algunas recomendaciones:
- Más proteína magra y vegetal: la grasa saturada, esa que está visible en un apetitoso corte de carne, aumenta el colesterol y mientras más alto esté más baja el deseo sexual. Incorpora a diario nueces o frijoles acompañados de un cereal como el arroz, y a la hora de elegir una proteína animal elimina toda la grasa visible; son buenas opciones el pollo sin piel y el pescado.
- Despídete de la comida chatarra: cargada de grasas trans, exceso de sal y de azúcar, te hará sentir hinchada y aletargada, todo lo contrario, a lo que necesitas para sacar a jugar a tu diosa erótica interior.
- Agrega alimentos ricos en zinc: este mineral equilibra naturalmente la producción de testosterona y está presente en las almendras, las semillas de calabaza, el pollo y los mariscos.
- Hazte fan del chocolate oscuro: bajo en azúcar y con al menos 70% de cacao, está comprobado que su contenido de antioxidantes promueve la salud cardiovascular y la circulación cerebral, sumando un efecto positivo al sexo que podemos definir como afrodisíaco.
Para algunas mujeres la píldora aumenta la libido y se ha estudiado que esto no es por el efecto hormonal sino por la sensación de libertad que da el hecho que no hay posibilidad de quedar embarazada, además de que los períodos se vuelven más cortos y menos molestos, esto nos hace sentir aún más empoderadas para expresar nuestros deseos.
Escucha tu cuerpo, evalúa tu relación de pareja y presta atención a tu diálogo interno, sólo tú puedes detectar esos desequilibrios que pueden estar afectando tu deseo sexual para tomar las riendas y buscar la solución de la mano de los especialistas ¡no te quedes con el malestar!
(1) Pastor Z, Holla K, Chmel R. The influence of combined oral contraceptives on female sexual desire: a systematic review. Eur J Contracept Reprod Health Care. 2013;18(1):27–43.
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