Yoni es el término sánscrito que simboliza a la diosa hindú Shakti, que es la representación del poder femenino. Es una representación estilizada de los genitales femeninos que en el hinduismo es un signo de poder generativo.
El lugar del que todos nacemos, Yoni. Anatómicamente, la palabra Yoni describe los órganos genitales femeninos, incluidos los labios internos y externos, el clítoris y el área de la uretra, hasta la cavidad de la vagina e incluyendo matriz y ovarios. Yoni tiene un significado mucho mayor que simplemente describir la anatomía física. Yoni es una visión del mundo arraigada en la historia, los valores sociales, la mitología y nuestra comprensión de lo femenino.
Yoni es una palabra sánscrita, siendo el sánscrito el antiguo idioma sagrado de la India que abarca una rica tradición de antiguos textos filosóficos y religiosos, de las tradiciones hindú, budista, jainista y tántrica. Los sonidos de cada letra tienen un significado sagrado. En el libro de Rufus Camphausen, ‘Yoni – Símbolo sagrado del poder creativo femenino’, desglosa los sonidos de la palabra Yoni:
Y – El principio animador, el corazón, el verdadero yo interior
O – Conservación, brillo
N – Loto, maternidad, ciclo menstrual, desnudez, vacío, perla
I – Amor, deseo, conciencia; brillar, penetrar, dolor y tristeza
Con esta mayor comprensión de Yoni, podemos vislumbrar la magnitud de los conceptos, las creencias y el profundo sentido del honor del principio creativo femenino. Esta cualidad de energía nos conecta con épocas y tradiciones que han honrado a Yoni como la encarnación de la energía femenina divina, que no solo da vida a través del nacimiento, sino que se considera que tiene una conexión directa con la Gran Diosa.
Realmente no se puede hablar de la palabra Yoni sin colocarla también en un contexto histórico tanto desde el momento en que honrar a la Diosa era algo común, los rituales de fertilidad estaban integrados en la vida. Desde el arte antiguo, pinturas rupestres y reliquias hechas de piedra, conchas y huesos, que se remontan al 35.000 a. C., que muestran evidencia de la celebración y adoración más profundas, de lo divino femenino, el nacimiento, la menstruación y la sexualidad femenina y por supuesto objetos hechos de materiales perecederos como el cuero, la madera y la piel no han durado miles de años, pero eso no significa que no hayan existido. Las culturas que usan estos materiales dicen anecdóticamente que lo han hecho desde el principio de los tiempos.
Con la aparición de la religión monoteísta y el Dios masculino, muchos templos y rituales de la Diosa parecen haber sido destruidos o forzados a convertirse en secretos, pero perduraron independientemente. Desde el Yoni Puja de la India, Sheela na Gig de los celtas o las diosas de la luna de muchos pueblos antiguos, hasta las enseñanzas sobre la menstruación, el nacimiento y la sexualidad sagrada. A partir de cuentos populares, canciones y bailes transmitidos a través de una rica cultura, el homenaje a la Diosa y Yoni se ha abierto paso, a medida que las plantas se abren paso a través de la roca, el asfalto y el cemento; parece que no puedes controlar la sed de vida y el flujo creativo, a pesar de que los obstáculos pueden ser profundamente desafiantes.
A través del Tantra, las mujeres emprenden un viaje profundo para reclamar a Yoni para sí mismas, para conectarse con el poder, el placer y la creatividad asociados con ella. Esto incluye prácticas que ayudan a derretir la vergüenza y sanan las asociaciones negativas en torno a Yoni; cada mujer se familiariza con su propia anatomía, la diversidad de tipos de Yoni y ve cómo cada uno es perfecto y hermoso, como cada flor. Además, cada mujer emprende el viaje de transformación de regreso al asiento de su propia autoridad, a un lugar de sabiduría eterna. A medida que construimos una relación hermosa, profunda y rica con nuestro Yoni, esta realineación dentro de cada mujer de la división entre el corazón, el sexo y el espíritu vuelve a equilibrar su propia danza de lo masculino y lo femenino interno y externo.
Es necesario trabajar para devolver a Yoni al lugar que le corresponde y, por supuesto, lo mismo es cierto para los genitales masculinos.
© L’Erotheque. Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.
