El sexo puede tener fama de placentero, pero en realidad el dolor durante las relaciones sexuales con penetración es común. Casi el 75% de las mujeres reportan haber tenido relaciones sexuales dolorosas en algún momento (¡3 de cada 4!), y las causas son múltiples: una pareja demasiado vigorosa que se salta los preliminares, adherencias pélvicas, vaginosis, irritación de la piel por hacer ejercicio o por las propias relaciones sexuales. ¡Hay muchísimas razones!
La menopausia también es un factor desencadenante del dolor en las relaciones sexuales. Si tienes vulva, tus niveles hormonales cambian entre los 40 y los 50 años, en promedio, a medida que tu cuerpo se acerca a esta nueva etapa de la vida. Esto provoca el adelgazamiento de las paredes vaginales, atrofia vaginal y la disminución de la lubricación.
¡Pero no tienes que vivir con el dolor en las relaciones sexuales! El placer es tu derecho de nacimiento y quiero que tengas soluciones. Si el sexo te duele (y te duele con frecuencia), prueba estos 12 consejos.
1 # Hazte una revisión
No importa si ha pasado poco tiempo desde tu última visita al ginecólogo, agenda una cita para un examen en profundidad. Puede revisar si hay tejido cicatricial (que puede aparecer después del parto), adherencias pélvicas (que pueden resultar de la endometriosis), quistes o prolapso uterino, todo lo cual contribuye al dolor durante las relaciones sexuales.
2# Hazte un análisis hormonal
Las personas con vulva suelen acercarse a la menopausia a finales de los 40 o principios de los 50. Durante este período, los niveles de estrógeno y progesterona disminuyen, lo que provoca sequedad vaginal. Si estás en transición hacia la menopausia y optas por la terapia hormonal (de eficacia comprobada), esta puede aliviar la sequedad generalmente en cuestión de meses.
3# Usa un suero con factor de crecimiento en la zona vulvovaginal
Otra característica de la menopausia y la perimenopausia (el período previo a la menopausia, que ocurre durante los 40) es la fragilidad de los tejidos vaginales. Pero al igual que el cuidado facial, los factores de crecimiento están entrando al mercado para otras zonas del cuerpo. Pregunta a tu ginecólogo por los diferentes tratamientos y productos. Los factores de crecimiento que favorecen la capacidad natural del cuerpo para sanarse y regeneran la delicada piel de esta zona. El resultado es un revestimiento vaginal más fuerte, grueso y flexible que hace que las relaciones sexuales sean mucho más cómodas.
4# Haz ejercicios de Kegel
Si tienes un suelo pélvico débil, podrías sufrir dispareunia: dolor persistente durante las relaciones sexuales, más común después de la menopausia. Sin embargo, puede deberse a la debilidad de los músculos del suelo pélvico, que puedes tonificar sin problema. Los ejercicios de Kegel mejoran la circulación sanguínea en la región pélvica y fortalecen los músculos del suelo pélvico. Aprieta como si intentaras detener el flujo de orina, mantén la posición durante 10 segundos y suelta: eso es un ejercicio de Kegel. Hazlo 10 veces, tres veces al día. O bien, prueba con un entrenador de Kegel.
5# Prueba una almohada sexual
A veces, el sexo es doloroso porque la postura del misionero (por ejemplo) no es adecuada para nuestro cuerpo. Una almohada sexual con un núcleo interno firme cambia la inclinación de la vagina, lo cual es clave para la comodidad. Estas almohadas están desarrolladas por sexólogos para ayudar a aliviar el dolor durante las relaciones sexuales, y además son decorativas.
6# Aplica lubricante
El lubricante aumenta tus probabilidades de placer y orgasmo al menos un 50%. Las irritaciones leves de la piel y la sequedad pueden hacer que el sexo sea doloroso, pero un toque sensual y adecuado puede mejorar las sensaciones al instante.
7# Toma un suplemento con azafrán
Cuando tu cuerpo está en un estado general de inflamación, el sexo puede ser muy sensible, y no para bien: las paredes vaginales pueden hincharse, puedes tener tensión muscular en el suelo pélvico y las terminaciones nerviosas genitales pueden registrar dolor. Pero está clínicamente comprobado que el azafrán ayuda a reducir la inflamación.
8# Inserta un plug anal
El ángulo de tu vagina cambia durante la menopausia. Insertar un plug (tapón) anal puede corregirlo y ayudarte a explorar una zona erógena muy placentera. Si eres principiante, busca un tamaño pequeño, aplica abundante lubricante y considera uno vibrador. Las vibraciones ayudan a relajar los músculos del esfínter y te sentirás muy bien.
9# Explora productos sexuales con CBD o THC
Tanto el CBD como el THC son vasodilatadores, abriendo los vasos sanguíneos para aumentar el flujo sanguíneo y aliviar el dolor. Además, ayudan a la relajación, mejoran el estado de ánimo y reducen el dolor. Toma una dosis aproximadamente una hora antes de tener relaciones sexuales.
10# Prueba la respiración diafragmática
Respirar profundamente ayuda a relajar los músculos del suelo pélvico, lo cual es esencial para las relaciones sexuales. Si los músculos del suelo pélvico están tensos, cualquier tipo de inserción puede ser extremadamente dolorosa. Prueba la respiración abdominal mientras estás acostada, durante 5 a 10 minutos al día, inhalando hacia el vientre y observando cómo sube, exhalando lentamente y observando cómo baja. También puedes aplicar esta técnica antes de la penetración durante las relaciones sexuales.
11# Cambia de posición
Aliviar el dolor en las relaciones sexuales puede ser tan sencillo como cambiar de posición. Si hay una discordancia anatómica, por ejemplo, podrías necesitar una posición un poco más suave. Prueba la cucharita para una penetración más superficial o ponte encima para controlar la profundidad y el ángulo.
12# Visita a un terapeuta de suelo pélvico
El vaginismo es una afección en la que la vagina se contrae involuntariamente, lo que provoca que cualquier tipo de penetración sea extremadamente dolorosa. Un especialista en suelo pélvico puede ayudarte a relajar los músculos tensos y contraídos crónicamente, para que puedas desarrollar un tono muscular saludable. Cuando la salud de tu suelo pélvico mejora, las relaciones sexuales se sienten mucho mejor.
Y tú, ¿qué intentas para evitar el dolor en las relaciones sexuales? No te conformes ni renuncies, con pequeños cambios y/o la ayuda de profesionales puedes evitarlo.
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