Es imposible hablar del cine francés sin mencionar el erotismo, ya que este es uno de los componentes clave en su forma de contar historias. Esta especie de ADN francés ha impresionado desde el inicio al mundo cinematográfico porque a través de el mismo, se explora la sexualidad y la belleza desde enfoques muy diferentes. Para representar el erotismo, se han utilizado una serie de elementos que van más allá de una simple expresión superficial del deseo y que logran conseguir una estética impresionante junto con una narrativa profunda. Un papel clave en esta representación, se corresponde con la habilidad de capturar la belleza de forma natural, manifestándose como una declaración de pasión y sentimiento. La belleza es un elemento que destaca en el cine francés porque es muy importante en su forma de entender el cine y de presentar la historia que quieren contar. Esta manifestación se consigue de distintas formas:
Temas: gracias a la exploración recurrente de temas como el amor y la sexualidad, que destacan en el argumento de la película y se cuentan a través de historias de amor llenas de pasión y escenas íntimas, se consigue vincular la belleza con la búsqueda del cuerpo humano, configurando así una narrativa que provoca que el espectador admire esa estética llena de erotismo.
Lenguaje visual: el punto de vista artístico del cine francés está formado por una gama de colores refinada, mucha atención al detalle y escenas elaboradas con mucha dedicación. Además, se juega con el enfoque y el desenfoque y se muestra una aplicación creativa de luces y sombras. En cuanto a los movimientos de la cámara, estos cumplen el papel de elevar la belleza de los cuerpos y de los encuentros llenos de intimidad.
Interpretación: para la selección del elenco de actores de la película, no únicamente se tiene en cuenta el talento y el nivel de actuación, sino que también es muy importante buscar a una persona que cuente con una belleza física idónea para ese papel. Además, es importante que el actor o la actriz sea capaz de transmitir mucho a nivel corporal y con sus expresiones, porque tal y como hemos mencionado el cuerpo es un elemento clave en el erotismo.
Un ejemplo de ello es Catherine Deneuve, una actriz que a lo largo de toda su carrera ha dado vida a personajes que derriban las normas de género y sexualidad. Desde ‘Belle de Jour’ hasta películas contemporáneas como ‘Elle’ y ‘Potiche’ ha demostrado ser una personificación del erotismo.
Innovación: aunque desde el inicio el erotismo ha estado presente en el cine francés, existe una evolución en la forma de mostrarlo en los últimos tiempos, ya que se presenta una mayor variedad de enfoques y se exploran los temas con mayor profundidad. Las películas actuales abandonan los límites anteriores y crean nuevas alternativas para representar el erotismo.
Los cineastas franceses son los pioneros en la representación del cuerpo femenino. Su forma de conseguirlo, a diferencia de otros tipos de cine con una perspectiva más tradicional, es claramente sexual y pretende evocar el deseo del espectador. Además, esta expresión está marcada por un fuerte simbolismo de liberación, empoderamiento e independencia de la mujer, otorgándole una posición de control sobre su sexualidad.
Esta perspectiva más provocativa de la figura de la mujer de la que hablamos ha estado influida por el contexto social y cultural de Francia y por su tradición artística, como la literatura o el arte impresionista. Se ha manifestado la sensualidad de una forma más abierta en comparación a otras culturas y esto se puede observar en el uso de metáforas para representar el cuerpo femenino como un objeto artístico.
Otro punto importante que se debe tener en cuenta son las relaciones humanas. Existe una gran tendencia a explorar de forma compleja y en profundidad las relaciones entre los personajes de la película. Se busca un retrato de la intimidad y un deseo de conmover al espectador, invitando a la reflexión.
La forma de adentrarse en las relaciones interpersonales ocurre a través de una comunicación emocional, diálogos llenos de significado que se combinan con momentos de silencio, en los cuáles los personajes se vuelven vulnerables y muestran su interior más oculto.
Adentrándonos en la historia del erotismo, comenzamos hablando de los clásicos, y es imposible no mencionar a Georges Méliès con un cine mudo a principios del siglo XX y películas como ‘Le Voyage dans la Lune’, dónde ya aparecían temas de voyeurismo.
Una vez llegada la década de 1950, surgieron directores que tenían una forma mucho más explícita de representar el erotismo como por ejemplo en la película ‘Les Amants’ de Louis Malle que contenía desnudos y escenas muy evidentes. Otro ejemplo de ello es Roger Vadim, un director que destacó con ‘Et Dieu… créa la femme’, una película protagonizada por Brigitte Bardot que se adentraba en la sexualidad femenina de una forma atrevida.
Posteriormente, en la década de 1960 se produjo la llegada de la Nouvelle Vague, un movimiento que destacaba por su enfoque innovador y experimental, su simplicidad técnica, su mayor libertad narrativa o una mayor presencia de escenarios naturales. Además, la figura del director lo es todo, directores como Jean-Luc Godard y François Truffaut fueron importantes figuras de este período y muchas de sus películas contenían elementos de erotismo como ‘À bout de souffle’ (1960) de Godard y ‘Jules et Jim’ (1962) de Truffaut.
En la actualidad, directores como Catherine Breillat, conocida por películas como: ‘Romance’ (1999) y ‘À ma sœur!’(2001), o Abdellatif Kechiche con ‘La vida de Adèle’ continúan desafiando los límites del erotismo en el cine.
Hemos seleccionado algunos de los títulos clásicos más representativos. Todos ellos rebosantes de erotismo.
Emmanuelle, Just Jaeckin (1974)
El Desprecio, Jean-Luc Godard (1963)
La rodilla de Clara, Éric Rohmer (1970)
La vida de Adèle, Abdellaif Kechinche (2013)
Tal y como hemos visto a lo largo del artículo, el cine francés se caracteriza por su capacidad para lograr un retrato único y personal del erotismo. Su lenguaje visual lleno de belleza le ha dotado de una gran personalidad y reconocimiento, y ha fascinado al mundo del cine desde el principio de los tiempos.
Después de habernos adentrado en los detalles y características que lo definen, solo nos queda esperar que este ADN francés siempre esté presente y siga haciendo disfrutar a millones de espectadores por todo el mundo.
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