Vamos con menos ropa, tenemos más horas de sol, salimos más. El verano parece invitar a disfrutar más de los placeres de la vida.
Por este motivo cuando hablamos de parejas, muchas pensamos que las vacaciones y el tiempo libre podrían ser el escenario ideal para que volviera a encenderse la pasión, pero no siempre es así. Pero por tener menos obligaciones no necesariamente aumenta la frecuencia de las relaciones íntimas. Si se llega al verano con dificultades, el pasar más tiempo juntos significará más posibilidades de conflictos y discusiones, lo cual no hará más que alejar el deseo y las ganas de sexo.
¿El verano realmente afecta a nuestra libido?
El deseo erótico está influido por muchos factores. Depende de nuestro estado de ánimo, de nuestras necesidades y de las interacciones con las otras personas. Y existe la creencia que durante los meses de verano la libido suele aumentar. A nivel fisiológico así parece, ya que nuestro cerebro experimenta un incremento de la oxitócica, la serotonina y las endorfinas, todas hormonas relacionadas con el placer.
Pero el deseo sexual humano es más que una respuesta hormonal, también depende de factores emocionales. Así que si en verano notamos que nuestro deseo aumenta es debido al coctel de hormonas, neurotransmisores y química, unido a los factores y condicionantes psicológicos y emocionales.
¿A todas nos afecta por igual?
“Verano” significa para mucha gente tiempo de descanso y desconexión. Nos ponemos como meta que estas semanas son momentos de desconectar de la rutina y de hacer todo aquello que no podemos el resto del año, como descansar, tener más vida social y más sexo con tu pareja.
Sí que es cierto que para muchas personas el verano es un estado más activo y extravertido y esto nos puede influir en el deseo sexual. Pero el calor no dispara el deseo sexual en todas las personas del mismo modo ni en la misma intensidad.
¿Cómo afecta estas expectativas a las relaciones de pareja?
Las expectativas de sexo más intenso y frecuente pueden afectar de diferente manera según el estado de la pareja. Lo cierto es que para que se disfrute del sexo veraniego es necesario trabajar la relación de pareja durante todo el año.
La intimidad(y deseo) se debe de cuidar todo el año, aunque pensemos que el entorno más propicio de las vacaciones y el vernos más incrementará las relaciones sexuales, si tenemos el sexo en segundo plano durante el resto de estaciones, en las pocas semanas que dura el verano no podremos recuperar la pasión.
Y aunque nuestra relación vaya bien, no deja de ser ambivalente esta ecuación verano igual a más sexo. Es cierto que con el buen tiempo vamos con mucha menos ropa, con los días más largos se rompe la rutina, tenemos más tiempo y más vida social. Pero el calor no ayuda y, si además, se tiene niños en casa, todavía es más difícil encontrar el momento. Aunque para muchas personas el verano sea momento de relax, de tiempo libre y de disfrutar de tiempo libre con quien queremos, no todas las parejas viven el verano de forma positiva.
Cualquier terapeuta especializada en parejas sabe que las separaciones se incrementan a la vuelta del verano. Septiembre es el gran mes de los divorcios, coincidiendo con la vuelta a la rutina.
Muchas parejas, durante el año, apenas pasan tiempo juntas debido a los compromisos laborales y familiares. En verano, y especialmente en vacaciones la convivencia se hace más intensa y es más difícil mantener una relación que no acaba de funcionar, ya que los problemas de convivencia ya no se pueden ocultar tras las obligaciones.
Así que pensar que simplemente por ser verano vamos a incrementar nuestra frecuencia de relaciones sexuales puede ser una expectativa errónea. Ponerse como objetivo tener más sexo, se puede vivir como una presión. Esto puede incluso generar rechazo a cualquier gesto de cariño mal entendido También si las temperaturas son altas, el agobio del calor puede superar a las ganas de tener sexo.
Consejos para disfrutar de un verano erótico
Aun así, y sin ponernos presiones, puede ser un buen momento para disfrutar de tiempo en pareja y una buena oportunidad para poder cultivar la intimidad. El sexo, aun siendo importante no debería ser lo único que se disfrute en pareja. Disfrutar de tiempo en pareja también puede ser dar un paseo por la playa o cocinar algo rico, si sentís que sois un equipo, es más fácil que surjan momentos de intimidad.
Los momentos de bienestar hace que nuestro cuerpo produzca más hormonas relacionadas con el placer y el juego, que nos hacen pasarlo bien y nos predisponen a tener más ganas de sexo.
Podemos aprovechar estas fechas para revisar que creemos que falta en nuestra relación para así experimentar más allá de lo que conocemos y reavivar la chispa. Ya que en las relaciones de larga duración se suele caer en el erotismo monótono y predecible. En verano si hay tiempo y ganas es un buen momento para aportar novedad e introducir nuevas prácticas o probar con juguetes eróticos. Cada persona tiene su manera única para que el sexo sea novedoso y excitante. Cada pareja debería de construir sus propias estrategias.
Así, si queremos experimentar este verano, podemos seguir unos consejos para que el sexo sea todavía más placentero.
- Buscar la estancia más fresca de a casa, que no tiene por qué ser el dormitorio.
- Jugar con hielo, acariciar el cuerpo de la otra persona con hielo o pasarlo con la boca.
- Jugar en la ducha.
- Sexo oral o masturbación mejor que penetración, os daréis placer si sudar tanto.
Conclusión
El verano puede ser un buen momento para el sexo, siempre dependiendo de vuestra situación personal. Es importante buscar momentos de intimidad, si estamos a gusto con nuestra pareja es más fácil que surjan las ganas de intimidad erótica. Aun así es importante tener en cuenta que la pareja no solo es sexo, es importante que realicéis actividades conjuntas que os gusten a ambos y que fomente el trabajo en equipo y la diversión, es una manera ideal para que la relación se oxigene.
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