Jaiya, sexóloga somática noarteamericana con dos décadas de experiencia, autora de los libros ‘Toque caliente’ y ‘Esposado, atado y satisfecho’, quien saltó a la fama en el documental del Netflix Sex, Love and Goop, definió 5 tipos de huella erótica, como mapas de excitación recurrentes, que de la misma manera de los lenguajes del amor, pueden dar pistas de lo que más disfruta una persona en la intimidad.
Aquí te digo de qué se trata cada una de ellas:
Energética: Se excita desde la anticipación del momento y con el coqueteo. Puede experimentar sensaciones corporales antes de ser tocado. Es muy sensible y se regodea en las emociones positivas previas al contacto, que disfruta al máximo durante el sexo. Su aspecto negativo es que puede sentirse abrumado por el exceso de estimulación.
Sensual: Se enciende a través de sus cinco sentidos. Ama el gusto, el tacto y un ambiente preparado para el encuentro erótico. Sabe como acceder al placer sexual a través de todo su cuerpo, no sólo de la estimulación genital. Puede sufrir de un corto circuito en la estimulación si se distrae, pensando si el ambiente es suficiente erótico o si su cuerpo es suficientemente deseable.
Sexual: Activa su sexualidad a través de todo aquello que es considerado erótico en nuestra cultura: desnudez, penetración, imágenes explícitas. Se excita rápidamente y eso no significa una falta de profundidad en la intimidad. Sabe lo que le gusta y cómo pedirlo de forma asertiva. Su sombra es prestar demasiada atención a la estimulación genital para alcanzar el orgasmo lo cual limita su visión de la sexualidad.
Kinky: Son personas que se excitan con lo prohibido. Dentro de esta categoría están quienes disfrutan de los juegos de rol donde hay asimetrías en el ejercicio del poder, y otros a quienes les gusta experimentar con diversas sensaciones corporales propias de las dinámicas de tipo BDSM. Su aspecto negativo es sentirse avergonzados por sus deseos y negarlos, al punto de inhibirse y aislarse.
Cambiante: Tienen la versatilidad de excitarse con un amplio repertorio de estímulos, métodos y situaciones sexuales correspondientes a los cuatro tipos antes descritos. Esta cualidad los convierte en buenos amantes, porque se adaptan a la huella erótica de su pareja y la disfrutan. Su sombra es que pueden sentirse insatisfechos porque en su adaptabilidad para complacer a su pareja pueden olvidarse de aquello que desean para ellos mismos.
Para descubrir cuál es tu huella erótica es importante escuchar al cuerpo, y no sólo lo que sabes que disfrutas. Como en todas las teorías, es importante recordar que ésta es sólo una aproximación, no se trata de una clasificación rígida a la que debas adherirte, es un esquema que puede darte pistas para explorar más y mejor aquello que disfrutas en el sexo y abrirte a otro tipo de estímulos que puedan expandir el repertorio de elementos excitantes y que pueden ser placenteros para ti, así como determinar que cosas son definitivamente un freno o un repelente sexual.
Tanto en la vida, como en el sexo, todos somos únicos. El autoconocimiento es es primer paso del camino del placer para proceder a comunicar esos deseos y necesidades con libertad, de forma asertiva a tu pareja así como escuchar esos deseos y necesidades de él (o de ella). En este proceso adquirimos más inteligencia erótica, así que ¡bienvenido sea este mapa para conquistar mayor territorio de placer!
© L’Erotheque. Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.
