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Lesbianas ¿Por qué Están más Satisfechas en el Sexo?

¿A qué se debe que las mujeres lesbianas y bisexuales tengan más y mejores orgasmos? ¿qué pueden aprender las mujeres heterosexuales de ellas?

Ysabel Velásquez

El sexo entre mujeres tiene su lugar en la erótica occidental, alimentada por las fantasías masculinas y ese deseo recurrente liderar un trío, sin embargo, la realidad da cuenta que lo que sucede tras puertas cerradas es muy diferente, porque como en todas las parejas, son los propios deseos y formas de compartir el placer los elementos que definen la intimidad lésbica que, ahora estudiada por la ciencia, se ha descubierto que es más satisfactoria y más orgásmica que la heterosexual.

¿A qué se debe que las mujeres lesbianas y bisexuales tengan más y mejores orgasmos? ¿qué pueden aprender las mujeres heterosexuales de ellas? ¡Sigue leyendo porque te sorprenderás!

Orgasmos frecuentes y más intensos

The Journal of Sexual Medicine publicó un estudió que afirma que las lesbianas tienen más orgasmos que las mujeres heterosexuales y/o bisexuales y éstos son más duraderos y placenteros. Mientras las mujeres lesbianas conseguían un orgasmo el 75% de las veces que tuvieron un encuentro sexual, para las heterosexuales esto era solo posible el 61% de las ocasiones. La investigación, realizada por científicos de la Universidad de Indiana, analizó los hábitos sexuales de aproximadamente 3000 personas solteras con diferente orientación sexual. Estos hábitos fueron estudiados durante el plazo de 1 año, para conocer cuál ha sido la frecuencia con la que han conseguido orgasmos.El estudio también incluía a hombres, aunque en este caso no ha habido diferencias significativas.

Otro estudio realizado en el Instituto de Ciencias Médicas Kadave de la India en el que participaron 600 mujeres lesbianas de 21 países, publicado también el The Journal of Sexual Medicine, determinó que el tiempo medio que tardan las mujeres en llegar al orgasmo, desde la excitación hasta el clímax, es de 13 minutos y 25 segundos, y el compartir el tiempo de funcionamiento es una de las claves de la mayor facilidad orgásmica en los encuentros entre mujeres.

No es un secreto, es una realidad que existe una brecha orgásmica en la relaciones heterosexuales que perjudica a las mujeres. Un estudio publicado en 2016 en la revista  Archives of Sexual Behavior – Archivos del Comportamiento Sexual – del famoso Instituto Kinsey de Sexualidad Humana, en el que se analizó a más de 52.500 adultos en Estados Unidos (heterosexuales, homosexuales, lesbianas y bisexuales) descubrió que el 95% de los hombres heterosexuales aseguró alcanzar siempre el orgasmo mientras que las mujeres lo hicieron en el 65% de las ocasiones. La misma investigación arrojó que el clímax se alcanza en el 86% de los encuentros de las mujeres lesbianas y que el 94% de las mujeres llega al orgasmo con la masturbación.

Existe una brecha orgásmica en la relaciones heterosexuales que perjudica a las mujeres. Foto: Pexels/Roman Odinisov

Para los hombres es difícil comprender nuestro placer

La explicación de la brecha orgásmica es una nula educación sexual en materia de placer femenino, que nos afecta a nosotras, pero más todavía a los hombres, quienes han sido mal educados sexualmente a través del porno, un entretenimiento plagado de mitos y errores que ellos han asumido como verdades.

El porno mainstream es falocéntrico y no hay espacio para la excitación a fuego lento y para explorar el cuerpo, respetando la anatomía femenina y la piel como un territorio erógeno, entendiendo que el orgasmo es consecuencia de la excitación y no una meta, y mostrando estimulación, natural y necesaria, del clítoris.

Se desconoce que nuestro centro del placer es el clítoris, con sus más de diez mil terminaciones nerviosas, y su haz interno ubicado en la pared posterior de la entrada de la vagina (sólo a 3 centímetros de la entrada, así que el tamaño del pene no es importante).

Se sigue creyendo que el orgasmo a través de la penetración es más válido (gracias a esa caduca y fantasiosa hipótesis freudiana) cuando es tan difícil como lograr que ellos eyaculen estimulando sólo los testículos. La realidad es que, parafraseando a Alfred Kinsey, el pene por sí solo tiene escaso mérito erótico para generar un orgasmo femenino, y sólo el 20% de las mujeres alcanza el clímax a través de la penetración, siempre con posiciones donde tenemos el control de la estimulación como la femenina superior.

Hay una diferencia importante en el tiempo de funcionamiento sexual del hombre con respecto al de nosotras. Ellos son por naturaleza son más rápidos, con 5 minutos, en promedio, de estimulación directa pueden pasar de una erección a un orgasmo con eyaculación incluida.

El conocimiento del cuerpo femenino a través autoconocimiento es una de las claves.
El conocimiento del cuerpo femenino a través autoconocimiento es una de las claves. Foto: Pexels/Marina Ryazantseva

¿Cuáles son las causas de que lesbianas y bisexuales disfruten más?

Conocimiento del cuerpo femenino a través autoconocimiento del propio cuerpo, esto las hace más empáticas.

Dedican más tiempo al proceso de excitación, que se sincroniza en el tiempo, sin enfocarse rápidamente en la estimulación genital, esto les permite prolongar el placer y que el orgasmo se produzca de forma expansiva y no demandante, por eso sea descrito como más intenso y placentero.

Comunicación afectiva, erótica y sexual más asertiva. Las mujeres somos auditivas y además de la caricia necesitamos de la palabra, del cumplido y de expresar lo que nos gusta – y lo que no nos gusta – sin miedo a ser juzgadas.

¿Qué pueden aprender las heterosexuales?

Que el orgasmo sin penetración, el sexo oral y la masturbación no son prácticas menores, por el contrario, son rutas de placer expansivo e intenso para nosotras (y el ego masculino no tiene que sentirse herido por ello). Coito no es sinónimo de sexo y no es (y de nuevo, que ellos no se ofendan) la vía más segura para llegar a nuestro orgasmo.

A enfocarnos en el proceso de la excitación de todo el cuerpo, bajar el apremio por llegar al orgasmo, deleitarse en el borde del climax (edging) para lograr sincronizar el tiempo del funcionamiento del hombre con el nuestro.

Probar el intercambio de roles, donde el hombre no tiene que ser siempre el activo. Las relaciones lésbicas tienen mayor fluidez en ese sentido y eso es interesante incorporarlo en la relación heterosexual para variar el guión al que estamos acostumbrados, esto puede incluir posiciones distintas y también juguetes sexuales.

Construir una relación de mayor complicidad. Por la oposición social a las relaciones lésbica, se ha observado que una vez que dos mujeres logran establecerse, hacen de la pareja su lugar seguro y establecen un vínculo sentimental que se expresa, entre otras formas, con la plenitud sexual. 

© L’Erotheque. Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.

Ysabel Velásquez
Por Ysabel Velásquez

Sexóloga, Sex & Love Coach . Periodista de Salud. Autora del Libro de motivación para la mujer :En Femenino.