El enamoramiento es engañoso porque nos dejamos llevar por lo que nos atrae de ese hombre que hace su entrada triunfal a nuestra vida y en ese momento se nos olvida lo que queremos, esperamos y deseamos, eso que es racional y básico para que una relación de pareja funcione, más allá de idealizaciones y expectativas irreales.
Una pareja funcional, como decía el terapeuta norteamericano Robert Stenberg, requiere de tres elementos indispensables: pasión, intimidad y compromiso, sin los cuales, la posibilidad que perdure en el tiempo es bastante remota. Por otra parte, Erich Fromm, en su libro El Arte de Amar, explica que el amor es una práctica, y sólo quien sabe amarse a sí mismo, a sus padres, a sus hermanos, sus amigos y a Dios – o en quien deposite su fe – es capaz de amar a su pareja de forma sana.
¿Qué hacer en para evitar la ceguera momentánea de enamoramiento? ¡Una lista! Si, una lista de 10 puntos no negociables para ti, que te ayude a tener la valentía de no involucrarte, por mucho que te guste el chico. Aquí te los presentamos para que no se te quede nada por fuera:
Claridad: ya sea que tu objetivo sea una relación comprometida o algo casual es importante dejarlo claro para evitar malos entendidos. Lo peor que puedes hacer es involucrar tus sentimientos con alguien que no está listo para dar el paso de construir una relación, esto es autoengañarse.
Visión de la pareja: preferir las relaciones tradicionales o querer experimentar con estilos no monógamos como el poliamor, las relaciones abiertas y los tríos es algo que debes dejar sentado desde un inicio.
Honestidad: una comunicación asertiva en todo momento, sin engaños, ni dobles intenciones es de esos pilares fundamentales en la relación de pareja pues es el elemento que genera la confianza que permite que ambos puedan amarse con madurez.
Familia: los conflictos familiares no resueltos pueden ser una gran bandera roja. Observa bien cómo a las mujeres de su familia, esto te dará una referencia de cómo te tratará a ti en el día a día.
Heridas de la infancia: traumas profundos de abandono, humillación, injusticia o desprecio generan modelos de apego no sanos como el evitativo, que impide que la persona se comprometa del todo, y el ansioso o ambivalente que no da seguridad en la relación.
Valores: son la brújula en la mentalidad que permite estar de acuerdo en temas cruciales que pueden afectar a la relación.
Trastornos de la personalidad: rasgos narcisistas, antisociales, histriónicos o baja autoestima son aspectos que generan conductas de chantaje emocional que afectan indefectiblemente una dinámica de pareja.
Higiene: nada más sexy que un hombre que huele bien. La falta de cuidado personal es algo que también actúa como un repelente para la intimidad, así que si en las primeras citas los notas descuidado, no pienses que es algo que va a cambiar.
Modales: esta palabra, que parece del siglo pasado, indica su actitud al estar contigo, que eres la mujer que le gusta. Ya sea que prefieras la caballerosidad tradicional o la libertad moderna eso es algo que debes tener claro para no tener choques que generen conflictos.
Religión: no sólo se trata de la espiritualidad, ya que la religión implica, además de creencias que condicionan puntos de vista, conductas y prácticas que se insertan en la rutina de una persona, y por si fuera poco…muchas religiones tienen fuertes puntos de vista sobre la sexualidad. Así, que para ahorrarte discusiones y malos entendidos, es muy importante que tu chico comparta tu religión.
Afiliación política o ideológica: más allá de votar por uno u otro candidato, la ideología política es otro de esos marcos conceptuales que afectan la conducta del ser humano y filtra de manera muy evidente sus opiniones sobre asuntos cruciales como la familia, la diversidad sexual, el aborto, así que antes de involucrarte en una relación escucha a tu chico para saber si están en la misma sintonía.
Trabajo: un hombre adulto funcional debe ser solvente económicamente, ya sea empresario o empleado, debe contar con una actividad económica estable. El tema del dinero es una zona de arenas movedizas cuando una relación comienza, y no se trata de que él se haga cargo de tus gastos sino que tú no tengas que cargar con un hombre con problemas financieros.
Clase social: no sólo se trata de poder adquisitivo, es una realidad que el privilegio de pertenecer a cierta clase social, o no, es también un aspecto que impone creencias, conductas y opiniones, además de hábitos cotidianos, su grupo de amigos, hobbies. Así que procura que sean lo más compatibles posibles.
Hábitos: ejercicio, alimentación, consumo de alcohol y tabaco, diversión…si bien sus preferencias no deben ser exactamente iguales que las tuyas, porque sería muy aburrido, deben ser hábitos similares y compatibles.
Adicciones: aquí no te hablo sólo de consumo de sustancias estupefaciente, sino de cualquier cosa que, llevada al extremo, controle su vida, aquí podemos mencionar el trabajo, el gimnasio, el uso de pornografía, las redes sociales, el juego, el deporte.
Nunca pienses que el amor tiene el potencial de cambiar a nadie, esto es una ficción romántica. Intentar cambiar a otra persona es una inversión de tiempo y energía que te dejará agotada y frustrada. Como mujeres necesitamos un hombre al que admirar, no un niño por criar.
Por otra parte, la relación de pareja no es sólo sexo, momentos eróticos y románticos, es un viaje donde dos personas diferentes y maduras, con virtudes y muchos defectos, deciden acompañarse en la vida y hacer equipo para enfrentar los desafíos cotidianos, así que debes valorar cuáles de esos defectos y debilidades que te parecen adorables durante el proceso del enamoramiento no te van a causar ruido después.
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