Con mucha frecuencia caemos en seguir la ruta conocida al momento de la masturbación, esa vía rápida al orgasmo que, aunque nos lleva al tan deseado clímax con seguridad no deja de sentirse predecible, más similar a una comida rápida que a un festín exquisito.
Para elevar tu auto placer la atención plena – o mindfulness – es la respuesta. La masturbación consciente hace énfasis en la exploración creativa de todo el camino que conduce al punto máximo, conectando con tu cuerpo y tu placer para abrirte a sensaciones que puedes no haber experimentado antes.
Aquí respondemos las preguntas más frecuentes en torno a esta práctica… ¡y además te decimos cómo comenzar a disfrutarla!
¿Qué es el mindfulness y cómo se vincula con el sexo?
El mindfulness la práctica de poner tu atención en el momento presente, en lo que estamos haciendo. Si bien la meditación es la práctica estrella del mindfulness, no tienes que meditar a diario para disfrutar de sus beneficios.
Se trata de ejercitar el músculo de tu atención, llevándola deliberadamente a lo que está sucediendo, en lugar de estar rumiando en el pasado o preocupándote por el futuro. La respiración es clave en este proceso porque concentrarnos en ella inmediatamente nos trae al presente.
El órgano sexual más importante es el cerebro, pues nos permite registrar las sensaciones del cuerpo a través de los cinco sentidos. Ya en la década de los 60, los pioneros en el estudio de la sexualidad Masters y Johnsons descubrieron la importancia de sintonizarse con las sensaciones del cuerpo y denominaron a este proceso Focalización Sensorial, base de la terapia sexológica en la actualidad, lo que nos lleva a afirmar que el mindfulness sexual en pareja o en solitario además de ser muy placentero, una práctica saludable y terapéutica…y cuando vamos al carácter íntimo y sagrado de la sexualidad, nada más satisfactorio que honrarla con paciencia y detenimiento como propone el mindfulness.
¿Por qué el sexo más consciente está de moda?
Después de la pandemia se popularizaron los succionadores de clítoris que han ayudado a muchas mujeres con dificultad para alcanzar el orgasmo a experimentarlo en pocos minutos. Sin embargo, más allá de la satisfacción rápida está la necesidad de intimidad con nosotras mismas y por ello se ha vuelto la mirada a una experiencia total, en estado de Flow o flujo que hace posible sentir que nos estamos haciendo el amor sin el apremio por llegar al gran final.
La tendencia del sexo consciente incluye la experiencia slow o lenta en pareja y en solitario, así como también promueve una aproximación a las citas en vida real, fuera de las aplicaciones de citas. No menos importante, es un enfoque novedoso donde los encuentros íntimos casuales no son una opción, sino que más bien procura establecer vínculos emocionales más profundos con la intención de construir una pareja sana.
¿Cuáles son los beneficios de la masturbación mindfulness?
La masturbación tiene muchos beneficios: mejora el sueño, ayuda a mejorar tu autoestima, te relaja eliminando la tensión en el cuerpo y, por su puesto, te conecta con tu placer sexual.
Al agregar la atención plena a la ecuación abres nuevas rutas neuronales, permitiéndote sentir sutilezas deliciosas tanto en tu mente como en tu cuerpo, así como orgasmos más intensos y prolongados. Cuando te das permiso de explorar, creas la oportunidad de sentirte bien al tiempo que puedes descubrir nuevas maneras de llegar al orgasmo. Además, al generar ese espacio de intimidad contigo se reduce el estrés y la ansiedad, al tiempo que te ayuda a fortalecer tu autoconfianza a la hora de tener relaciones sexuales en pareja.
¿Cómo practicarla?
Apaga todas las pantallas
Móvil, tablet, televisor y ordenador, es indispensable que nada te distraiga, así que, apágalas o pon los dispositivos en modo avión.
Establece una intención
Mientras te dispones a una sesión de autoplacer mindfulness, pregúntate qué quieres lograr ¿vas a practicar el estar al filo del clímax (edging)? ¿Quieres probar un juguete nuevo? ¿Hay alguna fantasía que quieres materializar? Mantén esta intención en mente mientras exploras. El objetivo es enfocar tu atención en cada sensación que vayas experimentando, disfrutando todo el camino hasta el orgasmo, sin que sea una carrera, más bien como un paseo donde cada paso se disfruta a plenitud.
Despliega tu arsenal erótico
Todas tenemos elementos favoritos que ponen a nuestros cinco sentidos en sintonía para el placer: velas, música, luces tenues, un espejo, elige aquellas cosas que hagan de este momento de intimidad contigo un ritual divino. Una buena adición es mantener los ojos abiertos, esto te permitirá enfocarte en el ambiente erótico, sobre todo en momentos en los cuales tu mente divague hacia otro tipo de pensamientos.
Incorpora la respiración profunda
El ritmo natural de nuestra respiración indica cuando estamos estresadas, relajadas o excitadas. Inicia tomando una inhalación que lleve el aire a tu abdomen, reteniendo el aire por siete segundos, así te relajas, anclándote en el momento presente. Cuando te dispongas a comenzar con la estimulación, antes de ir a la vulva, haz respiraciones profundas, donde inhalamos apretando el músculo pubococcigeo (PC), esto el lleva el flujo sanguíneo hacia zona genital.
Busca nuevas zonas erógenas
Una de las maravillas de nuestro cuerpo es la abundancia de terminaciones nerviosas que posee, muchas de ellas muy sensibles a tacto, como nuestros pezones, la cara interna de los muslos, nuestros labios y cuello. Despierta estas zonas con el toque suave de tus dedos y ve descubriendo cómo se siente ¿excitante? ¿te da cosquillas? ¿es tan sensible que incomoda un poco? En cada sesión irás sintonizando más con tu cuerpo y descubriendo nuevas formas de placer no demandante.
Sé tu propia amante
Para que esta práctica sea gratificante aproxímate a ella con mucho amor, compasión y amabilidad. Enfócate en todo aquello que despierte tu placer y simplemente observa cuando haya un pensamiento incómodo. Si tu mente vuela a un lugar específico – tu ex, culpa, vergüenza, una inseguridad o algo estresante – obsérvalo sin juzgarlo y vuelve al momento presente, a través de la respiración y del toque gentil.
Trabaja tus músculos pélvicos
Fuera del momento de autoplacer una forma de mindfulness sexual es a través de hacer tus ejercicios Kegel. Esto es, apretando el músculo pubococcígeo (PC), que es el mismo que te permite detener el chorro de la orina. Así fortaleces tu piso pélvico, haces que tus orgasmos sean más intensos y previenes la incontinencia urinaria. Se recomienda hacer al menos tres series de 60 contracciones al día ¡lo bueno que es puedes ejercitarte mientras haces tu rutina y nadie lo notará!
Recuerda, no hay una forma incorrecta de disfrutar del sexo en solitario, e incorporando la atención plena te darás cuenta de que tu mapa de placer es aún más extenso de lo que podrías imaginar y que hay rutas desconocidas que merecen ser descubiertas (para luego, también ser compartidas).
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