Pocos artistas de la década del 70 se arriesgaron tanto como lo hizo Robert Mapplethorpe, fotógrafo estadounidense famoso por sus imágenes en blanco y negro de gran tamaño, con temática homoerótica y estética BDSM, repleta de cuero, látex y metal.
Disruptor en su momento, la fotografía de Mapplethorpe, pletórica de desnudos masculinos que exaltan el cuerpo varonil, al tiempo que vislumbran la vulnerabilidad del hombre, fue tildada de pornográfica, sin embargo, haciendo caso omiso de los señalamientos moralistas él declararía al respecto que su búsqueda se basaba en “la perfección de la forma”.
La influencia de Mapplethorpe es clara en la estética de muchos artistas visuales, cantantes y campañas publicitarias del siglo XXI.
Del collage a la fotografía erótica
Nacido en 1946, Robert es el tercero de seis hermano, de una familia católica de Floral Park, Nueva York, entorno tranquilo y seguro que le impulsó a buscar la aventura, guiado por su precoz afición artística, en la ciudad.
Estudió en el Pratt Institute de Brooklyn en el año 1963 por 7 años, donde produjo diversas obras tipo collage, composiciones visuales que creaba con páginas de libros, revistas y periódicos. En esta época trabajó con artistas ya reconocidos como Andy Warhol y Sandy Daley.
Robert conoció en 1972 al curador de arte Sam Wagstaff, con quien comienza una relación profesional y romántica. A mediados de los setentas comenza a fotografiar a la élite artística del momento: Deborah Harry, Patti Smith, Richard Gere, Peter Gabriel, Grace Jones e Iggy Pop, fueron unos cuántos de los seducidos por su lente. Tiempo después conoce a George Dureau, pintor y fotógrafo destacado por capturar imágenes de atletas amputados y hombres desnudos, y cuya visión significaría una influencia en su estilo.
Desde 1977 hasta 1980, Mapplethorpe fue amante del escritor y editor de la revista Drummer, Jack Fritscher quien lo llevó a Mineshaft, un bar gay de estilo BDSM y club de sexo solo para miembros en Manhattan, allí Robert tomó muchas fotos hasta convertirse en su fotógrafo oficial. Estas imágenes han perdurado como símbolo de la comunidad LGTBQ+.
En 1978 publica dos series fotográficas que causaron mucha polémica y marcaron su carrera. El Portafolio X que retrata imágenes explícitas con temática sadomasoquista, homoerótica y bondage, y el Portafolio Y quese centra en bodegones florales, en su mayoría lirios y orquídeas, que destilan altas dosis de sensualidad y erotismo.
Más adelante, en 1981, publica la serie Portafolio Z donde los hombres afroamericanos fueron los protagonistas. Captura sus cuerpos esculturales, bajo un juego de luces y sombras que refleja la dualidad con la que muchos críticos definieron la personalidad del fotógrafo. Esta serie ha sido recientemente cuestionada de racista.
El erotismo de sus imágenes no pudo escapar de los escándalos. En 1989 su exposición de la serie Sexually Suggestive fue suspendida de la Corcoran Gallery of Art de Washington DC. A principios de los noventas, una exposición intinerante del Portafolio X, que incluía su autorretrato con un látigo insertado en el ano, produjo protestas de sectores conservadores por el financiamiento del gobierno a exposiciones que consideraban “obscenas”.
En sus últimos años consagró su carrera gracias a sus retratos de celebridades estadounidenses, y esto lo llevó a convertise en un fotógrafo editorial requerido por publicaciones de alto nivel como Vogue y Vanity Fair. Falleció muy pronto, a los 42 años, víctima del SIDA.
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