Maithuna es un término sánscrito utilizado para denominar la unión sexual dentro de un contexto ritual. Este ritual pretende que la mujer y el hombre se sientan en armonía con la función sexual de la energía.
La energía sexual es fuente de placer, de vida y de transformación. El sexo no se entiende como una mera descarga genital sino como un intercambio de las energías femeninas y masculinas para sentirse lo mismo. El tantra sostiene que en el inicio un solo ser, de carácter andrógino, se dividió en dos sexos diferentes y por ello se unen para encontrarse y volver a ser de nuevo un solo ser.
Igual que el espíritu no es nada sin la materia, la pareja no es nada si no trabajan juntos para lograr la armonía. Sólo cuando la unión ha sido consagrada, se considera que Maithuna alcanza su plenitud. Cuando esta transferencia de energía que ocurre en el seno de la pareja se experimenta la felicidad a través de la unión de los cuerpos sutiles.
Existen cinco niveles de Maithuna previos a la unión del lingam al yoni:
#1 El plano mental: Cuando el deseo en la pareja es mutuo es fácil convertir la visualización de ese deseo en realidad.
#2 La mirada: La mirada suele ser la primera forma de penetración en el otro. Una mirada cargada de erotismo conduce más fácilmente a la unión espiritual de la pareja y, en último término, al orgasmo. La mirada es una puerta abierta a experimentar nuevas sensaciones.
#3 La palabra: Un ritmo pausado, un tono de voz sensual, unas palabras escogidas intencionadamente pueden conducir más fácilmente al goce y al placer. La palabra es un estímulo para la sexualidad, promueve la excitación y alimenta las fantasías.
#4 Las caricias: Los efectos de las caricias son evidentes en el fortalecimiento de una relación. Las caricias liberan endorfinas y producen un intercambio energético en la pareja.
#5 El beso: Los besos son un poderoso mecanismo para la unión sexual, ya que prolongan el deseo y constituyen una fuente inagotable de placer. Deben realizarse con suavidad, explorando los labios del otro, alternando la presión con la succión, trasmitiendo el deseo y las sensaciones más profundas.
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