Durante el embarazo no solo ocurren cambios físicos, ya que la revolución hormonal encargada de gestar la vida genera un tsunami emocional que afecta la autoestima, produce estrés y condiciona el estado de ánimo, cosa que, sumada a la demanda de energía propia del proceso de gestación, afecta – de diversas formas – a la expresión del deseo sexual.
El estudio ‘El deseo sexual de la mujer a lo largo de la gestación’, realizado en 2016 por María García Mazón, matrona y máster en sexología arrojó, que el deseo sexual merma durante el primer trimestre, aumenta junto a la capacidad orgásmica y la erótica durante el segundo trimestre, para luego verse disminuido hacia el final del embarazo. Sin embargo, la satisfacción de la vida sexual de las mujeres encuestadas en esta investigación se mantuvo estable pese a los cambios, un dato interesante que posiciona a la actividad sexual en esta etapa como un aspecto de importancia para el bienestar y la salud.
¿Qué esperar en cada trimestre? ¿Cómo enfrentar los malestares, síntomas y temores de forma positiva? ¡Aquí te lo explicamos todo!
Primer Trimestre
Las náuseas, los vómitos, el cansancio y tener más sueño de lo normal son síntomas propios de esta etapa en la que el cuerpo pone todo su esfuerzo en sostener la vida que comienza, así que el deseo sexual disminuye de forma natural. También podrías experimentar un aumento de sensibilidad en los senos que puede ser molesto.
Puede manifestarse la ansiedad a que ocurra un aborto espontáneo, cosa que si el embarazo es normal y no existe ninguna condición de cuidado diagnosticada por el obstetra, no sucederá por tener relaciones sexuales.
Se produce una mayor vascularización de la vagina y el cuello del útero, lo que puede producir pérdidas pequeñas de sangre tras el coito, lo cual no implica daños para el bebé.
Segundo Trimestre
Desaparecen los malestares y temores del trimestre anterior, y el deseo de procurar intimidad y erotismo en pareja aumenta.
Hay una mayor vascularización y congestión de los tejidos que envuelven la vagina, así como una mayor lubricación que puede aumentar la excitación y favorecer orgasmos más intensos…tanto que ¡podrían ser los más intensos de tu vida!
Es importante acotar que el orgasmo puede producir alguna contracción que se considera fisiológica, así que no te reprimas a sentir el clímax porque no hay ningún peligro en ello.
Es necesario adaptarse a nuevas posiciones sexuales, pues a medida que va aumentando el tamaño del útero ciertas posturas pueden resultar incómodas.
Una de las posturas más cómodas es la femenina superior, pues te permitirá controlar tu peso, el ángulo de la penetración y la intensidad de los movimientos.
En las posiciones donde el hombre está encima, se debe vigilar que no recargar todo su peso en el vientre de la mujer.
Tercer Trimestre
El aumento del tamaño de la barriga impone hacer adaptaciones de posturas sexuales que satisfagan a ambos. También puedes cansarte más por el peso del bebé y este hecho producir que tu deseo de mantener relaciones sexuales disminuya.
Para continuar disfrutando de una intimidad conectada y placentera se recomienda probar métodos no coitales como caricias, masturbación mutua y sexo oral.
Es una realidad que la ansiedad propia del nacimiento puede afectar el deseo sexual de ambos, ya que estarán enfocados en ultimar los detalles de ese gran acontecimiento
Puede existir cierto temor a dañar al bebé, sin embargo esto es infundado, púes el pene no llega al útero y queda aislado por el cuello del útero, donde la criatura está protegida por la bolsa amniótica y la musculatura abdominal.
Es natural que el bebé se mueva durante la relación en respuesta a las hormonas segregadas en el momento del orgasmo por la mamá.
El semen y las prostaglandinas segregadas en el orgasmo también pueden producir leves contracciones y ayudar a la inducción del parto.
Embarazo de alto riego ¿el sexo está contraindicado?
La mujeres con embarazos de alto riesgo de parto prematuro debido a condiciones como placenta previa, rotura del saco amniótico, cuello uterino corto o acumulación excesiva de líquido amniótico tienen contraindicada la actividad sexual porque las contracciones propias del orgasmo podrían producir un aborto espontaneo. Ante la duda, consulta con tu ginecólogo.
Disfruta de tu embarazo a plenitud
Cada mujer vive el embarazo a su manera. Puedes sentirte muy cansada o con más energía y vitalidad que nunca, o también puede que al principio te sientas como siempre y que tu deseo sexual no sea tan distinto al habitual.
Para transitar este proceso de forma positiva es importante que lo veas como es, un período de adaptación física y mental que te prepara para el nacimiento de tu hijo y para descubrirte a tí misma en el rol de madre.
Es importante comprenderte y ser amable contigo. Mientras habrá días en los que te sientas radiante y segura, y con una sensualidad renovada gracias a un pelo más brillante y unos pechos más voluptuosos, habrá otros días en los que no quieras salir de casa y prefieras estar en chándal en el sofá ¡es natural!
Reconocer que el embarazo es una etapa estresante, donde se generan preocupaciones e incluso ansiedad, te permitirá desarrollar una actitud más flexible, que además te facilitará comunicar tus inquietudes a tu pareja de forma asertiva.
¿Cómo aumentar tu deseo sexual durante el embarazo?
El autocuidado es la clave para conectar con el erotismo. Céntrate en ti, en hacer todo aquello que te haga sentir bien y escucha a tu cuerpo respetando tus ritmos. Puedes probar estas actividades
- Movimiento suave: sal a caminar a algún lugar que te permita conectar con la naturaleza. La actividad física moderada te hará sentir motivada.
- Spa en casa: tómate unas horas para hacerte una mascarilla facial o un baño de tina con sales mientras escuchas tu música favorita y enciendes una vela de aroma relajante.
- Una tarde de chicas: llama a tu mejor amiga y disfruten de un encuentro divertido donde se pongan al día.
- Comunícate con tu pareja: si la intimidad se ha vuelto un desafío para ti, no cedas para complacerlo a él, exprésale cómo te sientes de forma clara y busquen entre ambos una solución que sea placentera contigo.
Durante la maravillosa y retadora etapa de la gestación tanto tu cuerpo como y tus emociones serán la brújula de tu deseo sexual, así que no dejes de escucharte y expresarte sin miedos en todo momento.
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