Cuidamos la piel de nuestro rostro y de todo nuestro cuerpo con diligencia e invertimos en los mejores productos sin culpa, pero…nos olvidamos de la vulva, el centro de nuestro placer y no es de extrañar porque estamos desconectadas de ella, es un reflejo más de esa narrativa limitante con la que crecimos, y algo que no se nombra, y se dice que “no se toca” pues no existe.
La buena noticia es que somos adultas y reclamamos nuestra soberanía erótica y la existencia e importancia de nuestra vulva, así que ahora que aprendimos a sentir y nos apropiamos del placer que nos pertenece, toca también cuidarla, como todo lo que amamos
Aquí te presentamos todo lo que debes tomar en cuenta para limpiarla y cuidarla con mimo a través del uso de hidratantes, lubricantes y aceites, así como de unas pautas sencillas para mantener su salud y belleza.
Vulva y vagina: no son lo mismo
La vagina es el canal genital muscular que va desde el cuello del útero hasta el orificio por donde tenemos relaciones sexuales, insertamos tampones o copa menstrual y sale la sangre de la regla, mientras que la vulva es nuestra zona genital externa que incluye los labios mayores, los labios menores, el clítoris – glande y capuchón que lo protege -, la uretra y la entrada de la vagina.
Mientras que la vulva, nuestra zona genital externa, debe limpiarse, la vagina no requiere de nada, y aunque hayas observado a mujeres de otras generaciones recomendar lavados es lo peor que puedes hacer pues barre con todos los microorganismos protectores que componen la microbiota vaginal.
Higiene delicada: la base de autocuidado
¿Por dónde comenzar? Pues por la higiene, pero para evitar caer en exceso de limpieza, que también es perjudicial, te traemos unas pautas sencillas que harán una diferencia muy positiva:
- Lávate con agua tibia y un jabón íntimo sin perfume, al menos una vez al día. Usa tus dedos para retirar la grasa blanca que se acumula entre los pliegues (esmegma). No uses esponjas.
- Lava tus manos y tu vulva antes de tener relaciones sexuales.
- Utiliza productos de limpieza especialmente formulados para la piel de la zona genital. Los jabones íntimos tienen un ph ligeramente ácido e ingredientes como el ácido láctico que protegen el equilibrio de la vulva.
- Recuerda no introducir el jabón en el orificio vaginal y lavarte de adelante hacia atrás, para evitar que las bacterias del ano lleguen a la vulva. Sécate muy bien dando toquecitos con una toalla limpia
- Usa ropa interior de algodón a diario porque permite la transpiración y evita la humedad, dejando las tangas y el encaje sólo para ocasiones especiales. Las tangas crean un canal de tela desde la vulva hasta el ano y a través de él pasan las bacterias.
- Evita la ropa muy ajustada y de fibras sintéticas que puede causar rozaduras e irritaciones.
- Tu vulva necesita respirar así que dormir sin ropa interior es una muy buena idea.
- Cambia regularmente los tampones y compresas, No uses salva slips a menos que se trate en los últimos días de tu regla, porque evitan que la zona respire promoviendo una humedad excesiva que puede producir una proliferación excesiva del hongo cándida.
- El uso de aerosoles desodorantes, fragancias o talcos esta contraindicado, la vulva sana y limpia tiene un olor natural particular y si sientes un aroma penetrante debes consultar a tu ginecóloga.
- Retira la ropa mojada o el bañador lo antes posible, ya que la humedad favorece el crecimiento de bacterias y hongos.
- Si estás en menopausia, puedes usar hidratantes vulvovaginales con ácido hialurónico para mejorar la humedad.
- Usa probióticos orales para reforzar la microbiota vaginal o inclúyelos en tu dieta a través de alimentos como yogurt, kéfir y kimchi.
- Evita la depilación excesiva, ya que el vello púbico protege la zona íntima.
- Si notas algún cambio de color, textura o presencia de lesiones, consulta a un médico.

Lubricante a base de agua: el indispensable
No hay mejor aliado del placer que el lubricante, y el formulado a base de agua no debe faltarte porque es el más gentil con la piel de tu vulva. Úsalo durante la actividad sexual, tanto para las caricias externas como para la penetración.
Recuerda que la actividad sexual jamás debe doler, y con el cese hormonal la piel de la vulva y la vagina se vuelva más delicada, aunque esto no quiere decir que no puedas lubricar naturalmente del todo, la cantidad es menor que antes de la menopausia y la ayuda de un buen lubricante es indispensable
A la hora de comprar juguetes sexuales prefiere los de marcas reconocidas y materiales compatibles con la piel como la silicona de grado médico. Después de usar tu juguete límpialo, y no lo compartas.
Hidratantes: el aliado de la salud y la belleza
A partir de la menopausia, y por la falta de estrógenos, la piel de la vulva y la vagina se vuelve menos elástica. Los hidratantes tópicos formulados con estrógenos son una buena opción para muchas mujeres, pero deben ser indicados por e ginecólogo.
Los hidratantes vulvovaginales de venta libre ayudan a aumentar la humedad y a mejorar la elasticidad del tejido. Estos hidratantes son diferentes de los lubricantes, que se usan sólo durante la actividad sexual, pues se trata de un producto de cuidado, tal como el hidratante que usas en tu rosto o el que usas en tu cuerpo.
Vienen en presentaciones de gel o crema con un aplicador desechable interno para la vagina en forma de tampón. Úsalo en la vulva, recorriendo los labios y pliegues en una cantidad aproximada de media uva
También hay presentaciones en supositorio vaginal u óvulo, una cápsula sólida que una vez que el supositorio está dentro del cuerpo, se disuelve y se absorbe.
Se recomienda usarlo de 3 a 5 veces por semana para mejorar la salud y comodidad vaginal. Los hidratantes vaginales y de vulva deben usarse antes de ir a dormir, con la finalidad de que el producto se absorba por completo durante la noche.
Alternativas naturales son el aceite de coco orgánico prensado al frío y la vitamina c, sin embargo, puede causar sensibilidad, así ue es mejor probarlo en otra zona del cuerpo antes.
El ph vulvo vaginal va cambiando
El pH significa Potencial de Hidrógeno y nos permite clasificar líquidos en una escala de puntuación del 0 al 14 según su cantidad de iones. Siendo 0 la puntuación más ácida, 7 neutra y 14 la más alcalina.
El pH vaginal es el sistema de defensa natural de la vulva y la vagina frente a las infecciones y a los microorganismos externos, así como la proliferación excesiva de hongos y bacterias propias de nuestra microbiota. Cuando cuidamos la higiene íntima tomando en cuenta el pH en función de nuestra etapa vital, estamos además protegiéndonos para que nuestra vida sexual sea plena
Desde la primera regla hasta el inicio de menopausia, los estrógenos comandan los procesos de nuestra zona íntima. La microbiota es variada y se caracteriza por la presencia de Lactobacillus, pero puede disminuir con la toma de antibióticos o algunos anticonceptivos. En esta etapa l pH es más ácido (entre 3.8 y 4,5).
Durante la menstruación el pH cambia, así en los días antes de la regla se vuelve neutro o ligeramente alcalino. Durante los días de sangrado la higiene debe ser más frecuente y se deben cambiar las compresas o tampones con regularidad para evitar infecciones, aunque el flujo no sea muy abundante.
En el embarazo: aumenta la producción de estrógenos y la circulación sanguínea, lo que incrementa el moco cervical, el pH vaginal se vuelve todavía más ácido por la mayor presencia de estrógenos (entre 4,0 y 4,5)
Al bajar la producción de estrógenos durante la menopausia se altera la microbiota y baja la cantidad de Lactobacillus, lo que puede producir sequedad vaginal y vaginitis. El pH vaginal se vuelve más alcalino (5,0 – 7,5).
Conociendo estos cambios, existen productos formulados para cada etapa, elige aquéllos que tengan aval dermatológico y ginecológico.
Los síntomas de un desequilibrio en el pH vulvo vaginal pueden incluir cambios en el flujo vaginal (color, consistencia, olor), picor, escozor, dolor al orinar o durante el coito. Si experimentas alguno de éstos, no te automediques, consulta a tu ginecóloga.
Cuidado genital masculino ¿casi inexistente?
Los productos específicos para la higiene del pene, que, si existen, tienen un ph alcalino, lo que sí es cierto es que por existir una menor demanda hay mucha menos oferta, ya que los hombres se suelen apañar con un jabón neutro, porque no se suelen recomendar ni los geles de ducha comunes, porque están cargados de fragancia artificiales que son potencialmente irritantes, ni los productos para nosotras que tienen un pH ácido.
Otra verdad es que los hombres no sufren cambios hormonales como nosotras, de ahí que el pH de zona íntima se mantenga siempre igual.
Cuidar de tu vulva es amarte
La higiene y cuidado de tu vulva es un reflejo de tu autocuidado integral, así que dedícale todos los días una rutina especial. Estos minutos invaluables se traducirán en más salud y en un recordatorio de lo importante que es el placer para tú bienestar.
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