El erotismo es inherente a la humanidad pero es indiscutible que las influencias sociales afectan en su expresión estética. La fotografía erótica de siglos pasados revela usos y costumbres que hablan mucho de la vida íntima de esos hombres y mujeres.
La mirada de quien toma una fotografía expresa un punto de vista, y cuando las imágenes capturan lo privado y erótico, el fotógrafo es un voyeur y también un protagonista, aunque no conozcamos su identidad.
Si te da curiosidad la fotografía sexy – y, por qué no, un poco pornográfica – de los siglos XIX y XX, te recomendamos echarle un ojo al libro Forbidden Erótica, de la mítica casa editorial TASCHEN, una compilación de fotografías atrevidas de la colección de Mark Rotenberg, quien comenzó su afición por la erótica vintage tras encontrar un contenedor en Brooklyn. Hoy posee un archivo de 95.000 imágenes hechas de entre 1860 y 1960.
Forbidden Erótica es el testigo de la exploración frente a la cámara de hombres y mujeres deshinibidos que, con actitud lúdica, descubren sus cuerpos para dejar un testimonio de que el placer es inherente a lo humano, desde los caballeros con bigotes encerados en fotografías blanco y negro hasta las bellas pinups de los años 50 a todo color.
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