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Cómo introducirse en el BDSM

El BDSM puede ser una práctica muy excitante y satisfactoria pero, si quieres introducirte en ella, hay varias cosas que has de tener en cuenta.

Arola Poch

Cuando se pregunta por las fantasías sexuales más habituales, tanto en hombres como en mujeres, aparecen siempre en un lugar destacado las que tienen que ver con la dominación y la sumisión. Las fantasías tienen que ver con situaciones relacionadas con la idea de ceder o tomar el control de una manera segura y excitante. Yendo a lo concreto, puede incluir prácticas como atar o ser atado, recibir o dar azotes, recibir o dar órdenes, entre otras. Todo esto es BDSM (siglas de Bondage, Dominación-Disciplina, Sumisión-Sadismo, Masoquismo), unas prácticas estimulantes que, cuando alguien se plantea ir explorando su sexualidad, rápidamente aparecen de una forma u otra y en un grado u otro.

Si tienes ganas de introducirte en el BDSM, hay varias cosas que has de tener en cuenta. De lo más importante, a mi parecer, es que escojas bien con quién vas a jugar. Busca una pareja que te dé confianza, seguridad, con quién puedas hablar de cualquier inseguridad o miedo, que te escuche, que atienda tus necesidades. Huye de falsos gurús, sobre todo adoptan el papel de dominantes, que dicen saber mejor que tú lo que tú misma necesitas. Puedes dejarte aconsejar y escuchar a personas que tienen más experiencia, pero siempre que estas respeten tus decisiones y dudas. El mundo del BDSM puede ser muy bonito pero, como en todas partes, hay personas poco recomendables.

Otra cuestión importante es entender que hay diferentes grados en los juegos de cesión del poder. Aunque pueda haber opciones muy extremas, todo se puede ir empezando poco a poco, de forma más suave, e ir aumentando intensidad a medida que se va ganando seguridad y experiencia. De esta manera el tránsito por estas prácticas será más excitante, seguro y dejará con ganas de más. Mejor quedarse corto que pasarse de frenada.

Descubriendo la sumisión. BDSM. Foto: Shutterstock
Para introducirse en el BDSM es importante buscar una pareja que te de confianza y seguridad. Foto: Shutterstock

Sugerencias para empezar a practicar BDSM de manera sensata y segura

Con las dos premisas anteriores claras, hay más cosas a tener en cuenta para entrar con buen pie en este tipo de juegos ya que la cesión del poder puede ser una experiencia intensa, tanto física como emocionalmente. Y esto que es algo muy estimulante, no queremos que se convierta en algo negativo, así que aquí te comparto algunas sugerencias para introducirte de manera sensata y segura en el mundo del BDSM:

  • Busca información y aprende sobre qué son y cómo funcionan las prácticas de cesión del control. Es necesario conocer cosas básicas como, entre otras, la importancia de acordar una palabra de seguridad para finalizar el juego si se pone muy intenso y otra para cuando se necesite rebajar intensidad; hablar previamente sobre intereses y límites; valorar la necesidad del aftercare (los cuidados después de una sesión). El consentimiento o, mejor aún, el consenso es fundamental en todas las prácticas sexuales y aquí, por supuesto, también. Se utilizan las siglas SSC y RACSA como base para los juegos BDSM. Sensato, Seguro y Consensuado (SSC, las siglas más conocidas) hace referencia al sentido común de no hacer locuras. Riesgo Asumido y Consensuado para prácticas de Sexualidad Alternativa (RACSA o RACK, por sus siglas en inglés) da un paso más y pone el foco en que las personas participantes sean conscientes y asuman los riesgos de las prácticas. En iniciación al BDSM, SSC sería lo más aplicable. Recuerda siempre que es mejor ir poco a poco.
  • Autoexplórate, conoce tus deseos y límites. Dentro del BDSM hay muchísimas prácticas posibles. Pregúntate qué te llama más la atención, qué te atrae más y empieza por ahí. Eso no quiere decir que luego no puedas ir ampliando intereses, claro está. Por otro lado, plantéate qué cosas no quieres hacer, esos serán tus límites. Hay límites duros (no negociables) y blandos (flexibles según cómo vayan las cosas).
  • Estudia sobre las prácticas que más te llamen la atención. Si te interesa el bondage (ataduras) o el spanking (azotes), por ejemplo, investiga sobre ello para hacerlas de forma segura y conociendo mínimamente qué esperar (aunque luego la experiencia te lleve por donde tenga que llevarte). Hay múltiple información e incluso talleres para aprender.
  • Busca una pareja con la que tengas confianza, comunicación y que te dé seguridad. A lo mejor tienes ya una pareja con la que puedes ir hablando y explorando estos temas o a lo mejor te quieres introducir en este ambiente y conocer a alguien. Para esto último puedes entrar en redes sociales como fetlife, especializada en la comunidad BDSM, fetichista y kink, donde encontrar a otras personas con gustos similares y también ponerte en contacto con grupos locales que pueden organizar eventos. Otra opción son las redes sociales de ambiente liberal, muchas de ellas tienen información específica sobre grupos y fiestas BDSM, así como personas que practican esta erótica. Por otro lado, en algunas ciudades hay clubes de este ambiente.
  • Exprésate con claridad, comunícate. Si siempre es importante hablar sobre sexo con las parejas, aquí aún más. Es fundamental hablar antes de cualquier juego para aclarar dudas, comentar límites, consensuar prácticas, palabras de seguridad y todo lo que hace que el BDSM sea seguro. Con todo claro, luego a disfrutar.
  • Reflexiona después de cada experiencia. Analiza qué te gustó más, qué menos, cómo fue la comunicación, la complicidad… Coméntalo con tu pareja para ir ajustando vuestros gustos y juegos, así como para mejorar la confianza y afianzar vuestra relación de dominación/sumsión.
  • Dale la importancia que se merece al aftercare. Los cuidados tras una sesión de BDSM son fundamentales. Cada persona necesitará cosas diferentes en ese momento: quizás un contacto físico en forma de abrazo, aplicar pomada para los moratones o un masaje reparador, quizás palabras de validación y apoyo o incluso un rato de estar sola con una misma. Es importante comentarlo para ajustar lo que se necesita en ese momento, que puede variar en diferentes sesiones y con diferentes personas.
  • Sé consciente también de los riesgos emocionales. Muchas veces se presta atención a los riesgos físicos, pero el BDSM puede ser una experiencia emocionalmente muy intensa. Asegúrate de cuidar este aspecto también, tanto antes, durante y después.

El BDSM puede ser una práctica muy excitante y satisfactoria. Tómatelo con calma, juega con alguien con quien tengas total confianza y aplica el sentido común. Esta sería la base para, a partir de aquí, ir explorando ese camino personal y único de la sexualidad que conduzca a descubrimientos y placeres.

© L’Erotheque. Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.

Por Arola Poch

Psicóloga y sexóloga. Sexpositive & Footfetish. Colaboradora de diversos medios de comunicación. Autora de los libros: Las cosas clarasLo normal es ser raro y A mi rollo con mi cuerpo y mis emociones.