La mayoría de las parejas se enfrentan, en algún momento de la relación, a ciertas dificultades sexuales que, de no ponerle solución, pueden tener un efecto muy negativo en su vida sexual y su relación. Aunque desconocido para la mayoría, se trata de problemas muy comunes que tienen solución.
Basándonos en las consultas más realizadas a los terapeutas, analizamos algunos de problemas sexuales más comunes para las parejas y planteamos las calves para comenzar a abordarlos. Si formas parte de una de esas parejas que están pasando por alguno de estos desafíos, y quieres resolverlo, te damos las claves para que puedas tomar el control de tu placer y tener un sexo en pareja mucho mejor.
1# La chispa se ha ido
La fase de luna de miel en una relación dura entre seis meses y un año. Pasado este tiempo la ‘energía de nueva relación’ se agota y la chispa se apaga en todas las parejas.
Ya sea que lleves 1 año o 20 en tu relación, debes saber que es normal si la chispa sexual no está ahí. Incluso si al principio sentías mucha atracción sexual, nuestros cerebros se acostumbran con el tiempo. La misma persona, los mismos movimientos, las mismas posiciones sexuales…
Solución: Recuerda, a más aburrimiento menos libido. Si la chispa no brilla tanto como antes incorpora algo nuevo a vuestro repertorio. Un buen lugar para empezar es hacer una lista de cosas que os gustaría probar y planear hacer aquellas en las que coincidáis. ¿Usar unas esposas? ¿Jugar con comida? Las opciones son infinitas y es un gran primer paso para darle emoción y recuperar la chispa sexual.
2# No llegas al orgasmo durante el sexo
Aunque es algo que puede ocurrirle a cualquier miembro de la pareja es más frecuente en mujeres. Es un hecho que el sexo con penetración no suele ser suficiente para que las mujeres lleguen al orgasmo. Si tienes vulva, la estimulación del clítoris es prácticamente imprescindible para ayudarte a llegar al orgasmo.
Más de la mitad de las mujeres no pueden llegar al orgasmo solo con la penetración; algunos estudios muestran que el 70 % de las mujeres no llegan al orgasmo en absoluto durante el sexo. Eso es lo que llamamos la brecha del orgasmo, donde los hombres tienen orgasmos la mayor parte del tiempo durante el sexo (alrededor del 95 %) y la mayoría de las mujeres no tienen un orgasmo durante el sexo. Esto es simplemente inaceptable.
Solución: Haz que la estimulación del clítoris sea parte de vuestro repertorio en todos vuestros encuentros. Esto puede incluir sexo oral, estimulación manual o el uso de un juguete. Los juguetes sexuales son compañeros de equipo, no la competencia de nadie. Además, hoy en día hay juguetes para parejas muy divertidos y para todos los gustos.
3# Solo uno de vosotros toma la iniciativa
Si siempre es el mismo miembro de la pareja quien reclama tener relaciones mientras que el otro nunca toma la iniciativa, puede hacer que la persona que inicia se sienta indeseable o inseguro y con la idea de que si no hace nada nunca tendrá relaciones.
Esta dinámica es muy común: que haya un perseguidor y un perseguido en una relación sexual. Pero si esta situación deja a uno de los dos inseguro, y al otro sintiéndose obligado a cumplir, con el tiempo aparecerá el resentimiento, y eso no es bueno para nadie.
Solución: El primer paso es tener una conversación al respecto. Si uno de los dos rara vez quiere tener sexo es necesario averiguar el motivo. Este es el momento para ser introspectivo y honesto con uno mismo sobre el origen del bloqueo. También es recomendable experimentar con diferentes formas de excitación, como hacer algo que os acelere a ambos el corazón o arreglaros mucho para una cita especial.
4# Erecciones impredecibles
Si tu pareja tiene problemas para tener una erección o para mantenerla una vez que está erecto, no está solo. La edad, diversos factores del estilo de vida y la ansiedad pueden influir. Es comprensible que esto pueda generar mucho nerviosismo en torno al sexo. Es posible que sienta miedo de hacerlo, en caso de que su pene no coopere.
Solución: Aunque hay ciertas técnicas que pueden ayudar, como entrenar el pene con una bomba o usar un anillo para el pene para mantener la sangre atrapada, esta es una de esas dificultades que requieran de la ayuda de profesionales. Tras una exploración inicial el médico podrá derivarte al profesional adecuado (sexólogo, urólogo, fisios de suelo pélvico…) en función del origen del problema.
5# Acercamientos torpes
Hablamos de las iniciaciones unilaterales anteriormente, pero hay otra queja que es muy común. Personas, en especial mujeres, que querían tener sexo, pero perdieron las ganas por la forma en que su pareja inició el acercamiento.
Si no hay coqueteo, energía erótica ni esfuerzo por cultivar el deseo, hay un problema. Una iniciación torpe puede tomar forma de petición de sexo de manera incómoda y dar la impresión de que se exige tener relaciones.
Solución: Sentir curiosidad por lo que excita a la otra persona. ¿Le gusta que la provoquen? ¿Que la halaguen? Todos somos diferentes y necesitamos cosas diferentes para excitarnos. Es imprescindible no suponer y hacer el esfuerzo por conocer, y complacer, a la persona con la que compartimos nuestra vida sexual.
6# El sexo es una tema prohibido
¿Quieres hablar de sexo con tu pareja, pero no sabes por dónde empezar? ¿Lo intentaste una vez y no salió bien?
La verdad es que la mayoría de nosotros entramos en modo de huida cuando se trata de hablar de sexo. Nos han condicionado a pensar que, si tenemos que hablar de nuestra vida sexual, le quitaremos al sexo su magia. Pero eso no es cierto en absoluto: cuando se trata de sexo, la comunicación sana ‘es’ la magia.
Solución: Prueba el método del ‘Estado de la Unión’. Se trata de reuniones periódicas en las que tú y tu pareja habláis sobre lo que funciona en vuestra vida sexual y lo que os gustaría que funcionara mejor. El objetivo de estas conversaciones es doble: por un lado, os ayuda a ambos a tener claras las cosas y a colaborar en vuestra vida sexual, y, por otro, ¡simplemente os acostumbra a hablar de sexo! Cuando el sexo se convierta en una conversación tan normal como hablar de lo que habrá para cenar, podréis empezar a ser sinceros el uno con el otro y, a partir de ahí, crear juntos el mejor sexo de vuestras vidas.
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