El aumento de infecciones de transmisión sexual en los últimos años pone de manifiesto que necesitamos saber cuáles son y de qué manera se contagian. Conocemos más a fondo una de estas enfermedades: el virus del papiloma humano VPH.
Una ETS muy común
Según Planned Parenthood, el VPH es una de las infecciones sexualmente transmitida más comunes a nivel global y la más común que existe en Estados Unidos. Encontramos más de 100 tipos de virus del papiloma humano (VPH), y de éstos, alrededor de 40 tipos pueden infectar el área genital (vulva, vagina, cuello uterino, recto, ano, pene y escroto), así como boca y garganta. Tales tipos de VPH se propagan durante el contacto sexual, y de hecho, casi todas las personas sexualmente activas se contagian con el VPH en algún momento de su vida.
Hay que destacar que una gran parte de las personas con VPH no tienen síntomas y se sienten perfectamente bien, y por ello no saben que están infectadas. En tales casos, el virus es eliminado por el sistema inmune del organismo. Si bien debemos distinguir entre dos tipos de virus claros: el VPH de bajo riesgo, que causa verrugas genitales; y el VPH de alto riesgo, el cual puede causar varios tipos de cáncer (cáncer de cuello uterino, del ano, cáncer oral y de garganta, de vulva, de vagina y cáncer de pene).
Pero, afortunadamente, la mayor parte de las infecciones con VPH en mujeres jóvenes son temporales, y tienen poca importancia a largo plazo. De hecho, el 70% de las infecciones desaparecen en 1 año y el 90% en 2 años. Cuando la infección persiste, que representa entre el 5 y el 10% de las mujeres infectadas, es cuando hay riesgo de desarrollar lesiones precancerosas en el cuello del útero (el cérvix), que puede progresar hacia un a cáncer cervical invasivo.
En España, esta enfermedad afecta en torno al 15-20% de las mujeres y, de hecho, la prevalencia es mayor en chicas jóvenes (hasta los 25 años, aproximadamente). Luego hay un segundo grupo de población importante, las mujeres de en torno a los 40-45 años.
¿Cómo se contagia el VPH?
De igual manera que otras enfermedades de transmisión sexual, este virus se contrae a la hora de tener relaciones sexuales, ya sean orales, vaginales o anales con una persona que tenga este virus. No hace falta tener penetración, orgasmo ni relaciones sexuales plenas, pues se contagia por el contacto piel a piel o por boca cuando tienes sexo con alguien que tiene este virus.
Principales síntomas
Como hemos señalado, una gran parte de las personas que tienen una infección genital por VPH no saben que están infectadas. Es decir, el virus que está en la piel puede no causar síntomas ni signos. Pero, algunos síntomas que sí pueden hacerse visibles son:
- Pequeñas verrugas en el área ano-genital: cérvix, vagina, vulva y uretra (en mujeres) y pene, uretra y escroto (en varones). También hay verrugas en la garganta.
- Pruebas y alteraciones del Papanicolaou en el cuello del útero.
Prevención y detección
Para prevenir la infección por el VPH (virus del papiloma humano) es imprescindible concienciar a la población de la importancia de la transmisión de enfermedades sexuales. Parece que, en los últimos años, éstas aumentan entre la población joven que se ha acomodado pensado en el SIDA u otras enfermedades no van con ellos.
Los expertos explican que deben limitarse los factores de riesgo, la promiscuidad y, por supuesto, las relaciones sexuales sin protección, por lo que el uso del preservativo debe ser común. Aún así, usar condón no garantiza al 100% el no contagio por el virus del papiloma humano o VPH, pues al contagiarse por la piel, no llega a cubrirse.
Además, los especialistas recomiendan la administración de la vacuna contra el VPH. Suele inyectarse a pacientes mujeres que tienen edades de entre 9 y 26 años, y se realiza en tres dosis, dejando pasar dos meses entre la primera y la segunda dosis, y cuatro meses entre la segunda y la tercera.
En 2014, la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó la nueva versión de la guía Control integral del cáncer cervicouterino donde se recomienda administrar a las niñas de entre 9 y 13 años dos dosis de la vacuna frente al papilomavirus porque esta pauta de vacunación resulta igual de eficaz que la de tres que se realizaba hasta esta fecha. Así, se facilita la administración de la vacuna y se reduce su coste.
En su detección, la citología y pruebas con el ginecólogo nos darán las pistas para saber si tenemos esta enfermedad. Las mujeres deben realizarse la prueba de Papanicoláu, que se conoce de forma común como citología cervical, que suele hacerse para detectar el cáncer de cuello de útero o lesiones precancerosas y detecta las células anormales que se presentan en esta zona.
Tipos de cáncer provocados por el VPH
- Cáncer anal: causa dolor, sangrado y picazón.
- Cáncer de pene: cambios en el color o el espesor de la piel del pene.
- Cáncer de garganta: dolor de garganta, dolor de oído persistente, tos constante, dolor o problemas para tragar o respirar, pérdida de peso o masa o bulto en tu cuello.
Diagnóstico del Virus del Papiloma Humano
Cuando, tras la prueba de Papanicoláu, hay signos que merecen ser vistos con profundidad, entonces se realiza un diagnóstico de la infección por VPH (Virus del Papiloma Humano). Las pruebas pasan, primero, por un examen macroscópico, donde se observan las verrugas genitales; y colposcopia del cuello uterino y la vagina, previamente teñida con yodo o ácido acético.
Después se realiza el examen microscópico, mediante el cual se realiza una observación de células sospechosas con cambios coilocíticos en citologías de cuello uterino y vagina en mujeres. En este caso, pueden tomarse biopsias de lesiones sospechosas, o incluso de vegetaciones o verrugas genitales.
Factores de riesgo
Las infecciones por VPH son comunes y se extienden en todo el mundo. Si bien hay factores de riesgo que pueden aumentar esta infección como puede ser la promiscuidad o bien aumentar la cantidad de parejas sexuales. Mientras que la edad también es un factor común de esta enfermedad de transmisión sexual, ya que las verrugas genitales suelen ser más comunes entre adolescentes y adultos jóvenes.
Por otra parte, los expertos indican que aquellas personas con sistemas inmunitarios debilitados tienen mayor riesgo de desarrollar infecciones por VPH. Los sistemas inmunitarios pueden debilitarse por el VIH/SIDA o los inmunodepresores que se utilizan luego de los trasplantes de órganos.
El contacto sexual personal es la mayor causa de riesgo. Por un lado, tanto si tocamos verrugas de otras personas como si no utilizamos protección antes de entrar en contacto con los genitales o la piel de las personas que han tenido o tienen este virus.
Tratamiento de la infección por el virus
Es importante remarcar que no existe un tratamiento específico para las infecciones persistentes por VPH que no están asociadas con cambios celulares anormales. Sí lo hay para el tratamiento de las verrugas, según el tipo de éstas. Por un lado, aplicaciones tópicas que destruyen las células de las verrugas al producir la necrosis del tejido; por otro hay aplicaciones a través de fármacos que activan las células del sistema inmunológico que atacan y destruyen al virus.
Algunos especialistas también utilizan crioterapia con nitrógeno líquido o bien emplean la eliminación quirúrgica por electrocoagulación o mediante el uso de láser.
Por su parte, cuando hablamos del diagnóstico de algún tipo de cáncer asociado a la infección por VPH, el tratamiento dependerá de la localización de la lesión y del grado de extensión del tumor. Como en otros tipos de cáncer, el tratamiento puede incluir desde procedimientos quirúrgicos, a quimioterapia y radioterapia, entre otros.
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