Las fantasías femeninas son una suerte de mundo secreto que no suele ser compartido y por eso generan tanta curiosidad. Si bien cada mujer es un mundo, en nuestra erótica existen referencias comunes ¿Cuáles son las más frecuentes? ¿Tienen algún significado? ¿Las compartimos? ¿Nos atrevemos a hacerlas realidad? Estas interrogantes no tienen una sola respuesta.
Lo que sí sabemos es que fantasear es tan maravilloso como saludable. Sigue leyendo para enterarte del rol tan importante de la imaginación en nuestra sexuales y de cómo hay unos libros que pueden ayudarte en tu camino de exploración.
Tener fantasías sexuales es sano ¡y muy bueno!
Los condicionamientos sociales y culturales nos juegan en contra en materia de fantasías y reprimen nuestra imaginación, afectando también nuestra seguridad, nuestra autoestima y la forma en cómo nos aproximamos a la intimidad.
Hemos juzgado nuestras fantasías de forma tan dura, con una cantidad de adjetivos negativos que esto afecta nuestro deseo, que se gesta principalmente en el cerebro. De hecho, en la consulta sexológica, cuando llega una mujer con problemas de deseo, la primera pregunta es ¿cómo están tus fantasías? ¿cómo son tus pensamientos sexuales? ¿cuántos pensamientos sexuales o fantasías tienes al día? Y la respuesta suele ser que no tienen ni fantasías ni pensamientos sexuales, con argumentos que varían desde considerarlos innecesarios, no tener tiempo para ello, estar agobiadas con las responsabilidades diarias y, en algunos casos, creer que pensar en sexo es malo, o cosa de hombres.
Cuando hablamos de nuestras fantasías es muy importante la emoción, el sentimiento y el relato, por ello la literatura erótica nos gusta más que las películas porno clásico. Somos más sensitivas que ellos, disfrutamos de todo el camino del placer, y tomamos mano de ciertos referentes románticos y afectivos con los que hemos crecido.
Sin embargo, y no menos importante, cada mujer es única y es por ello que así como la imaginación es tan particular como infinita, nuestras fantasías también lo son, por eso encontramos deseos muy específicos.
El trabajo más importante es despojarnos de los juicios, aceptar nuestras fantasías y usarlas como un insumo a la hora de la intimidad. Si bien no todas estarán para recrearlas tal cual, al momento del sexo, con nuestros 5 sentidos en el presente más la imaginación encendida, de seguro lograremos vivir momentos que superan eso que hemos soñado experimentar.
Libros para explorar tus fantasías – más y mejor –
A lo largo del tiempo varios libros han tratado este tema como ‘Mi jardín secreto’ – el primero en revelar fantasías contadas por sus propias protagonistas – ‘El mundo íntimo de las fantasías femeninas’ – visión desde la sexología -, – y ahora el libro de la actriz Gillian Anderson ‘Quiero’ donde reúne testimonios de mujeres anónimas quienes expresan sus fantasías y deseos
Aquí te hacemos un resumen de cada uno, como un abreboca para que te atrevas a explorar este mundo de sensaciones:
Mi jardin secreto (1974), Nancy Friday
Se le considera el primer libro, publicado en 1974 y con reedición de 1993, que explora las fantasías femeninas contadas por las propias mujeres.
La autora presenta en este libro los testimonios de más de 150 mujeres seleccionadas entre otras muchas con las que se entrevistó o mantuvo correspondencia.
Las confesiones que encontrarás en estas páginas exponen de forma absolutamente desinhibida las fantasías sexuales más secretas de estas mujeres y resulta curioso cómo, aunque han pasado 50 años desde su publicación, existen puntos comunes entre la erótica de estas mujeres y las del siglo XXI.
El mundo íntimo de las fantasías sexuales femeninas (1998), Suzie Boss (Sexóloga) y Wendy Maltz (Periodista)
Este libro invita a todas las mujeres a un viaje de placer, pasión y autodescubrimiento explica las diferentes funciones de sus fantasías sexuales, desde la facilitación del orgasmo hasta la mejora de la propia imagen.
También describe los roles imaginarios más comunes y las maneras de hacer el amor que encontramos más excitantes, ayuda a descubrir el propio estilo sexual y a evaluar el modo en que las fantasías influyen en él, y ofrece consejos claros sobre cuándo y cómo hablar de estas últimas a un amante.
La sexóloga Wendy Maltz y la periodista Suzie Boss amplían así las fronteras de todo aquello que conocemos acerca del deseo femenino y revelan cómo las fantasías sexuales, siempre tan parecidas a los sueños, se pueden considerar como la puerta de entrada a nuestro mundo interior. Valiéndose de los conocimientos de expertos en sexualidad, de las declaraciones de miembros de talleres de trabajo y de entrevistas realizadas a más de un centenar de mujeres que han hecho públicas sus originales, sensuales y provocativas historias eróticas, las autoras nos animan a observar de cerca nuestra propia imaginación sexual y el papel que desempeñan las fantasías en nuestra vida.
Quiero (2024), Gillian Anderson
En este libro, la recordada actriz de Expedientes X y Sex Education, recopila las fantasías sexuales más íntimas de mujeres de todo el mundo, siguiendo un poco la premisa del libro pionero en el tema Mi Jardín Secreto (1974). En sus páginas encontrarás las confesiones de mujeres jóvenes y maduras, casadas y solteras y de diferentes religiones, con la intención de responder la pregunta ¿Qué deseamos cuando tenemos la libertad de ser nosotras mismas?
El sexo, en clave femenina, implica aspectos como la maternidad, la infidelidad, la explotación, el consentimiento, el dolor, y lamentablemente no siempre, el placer. Por tabúes y condicionamientos sociales las fantasías más íntimas permanecen ocultas en nuestro interior hasta que alguien llegue con la llave que nos permita expresarnos.
En ‘Quiero’, Anderson expone sin filtros las cartas anónimas de cientos de mujeres con realidades de lo más variadas: una mujer sij que escribe sobre su deseo secreto por su cuñado, una mujer apache que quiere ser adorada como una criatura divina, una mujer blanca británica que solo quiere que la besen como es debido por última vez a otra a quien le gusta jugar a ser una pantera, hasta una hispanojudía radicada en Bangladesh cuyo culmen de excitación sexual es el pomo de una puerta.
‘Quiero’ revela cómo se sienten las mujeres acerca del sexo cuando tienen la libertad de ser totalmente ellas mismas”, ha explicado Anderson, porque, aunque pensemos que hemos avanzado mucho en materia sexual, en la mayoría de los casos sigue existiendo un temor a ser juzgada por la sociedad si las preferencias sexuales de una mujer no están acordes a lo que se considera aceptable o “normal”, y esto reprime la libertad para explorar los auténticos deseos que nos son propios. En sus propias palabras “Mi esperanza es que al leer estas cartas puedas preguntarte verdaderamente: ¿Qué quiero? Es mi libro. Es NUESTRO libro”
Explorar tus fantasías – en solitario o en pareja – es una vía para el autoconocimiento, un espacio lúdico para expandir tu placer, solo necesitas atreverte y, aunque consideres que tus fantasías son muy diferentes a las del resto – que estoy segura no es así – ¡no juzgarte!
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