1. Home
  2. /
  3. TANTRA
  4. /
  5. Tantra para mujeres
  6. /
  7. Las Tres Puertas Sagradas...

Las Tres Puertas Sagradas del Placer Femenino

Según el Tantra la mujer dispone de tres puntos sagrados que al ser estimulados llevan a formas distintas de experimentar el placer.

Ysabel Velásquez

El poder está entre nuestras piernas…si, es una afirmación que suena un tanto ruda – quizá porque las mujeres de esta época no estamos tan acostumbradas a reconocernos poderosas – pero es una verdad que las antiguas enseñanzas tántricas y taoístas trasmitieron hace milenios y que necesitamos recordar.

Shakti, que es la energía femenina universal, yace enroscada en forma de serpiente kundalini en nuestro útero. El Yoni, que es la palabra en sánscrito de la tradición yóguica que significa vientre, símbolo de vida y lugar sagrado, se usa en occidente para nombrar nuestra vulva y vagina, que es el portal para experimentar el placer sexual.

Antes de lanzarte a experimentar en pareja la profunda conexión que aporta el tantra, tienes que volver a conectar con tu cuerpo, entender cómo funciona y darle el espacio sagrado y el amor que se merece. Es indispensable recordar de nuevo como funcionan las tres puertas sagradas del Yoni para acceder a tu energía sexual, y así después compartirla desde un lugar mucho más sano y empoderado con tu pareja, en el que goce con el otro sea infinito.

El Yoni y sus néctares

Para las antiguas maestras taoístas la eyaculación femenina es una manifestación de nuestra capacidad creativa. En los antiguos textos de esta tradición podemos encontrar tres tipos de eyaculación que se denominan los tres néctares sagrados los cuáles están asociados a las tres puertas del Yoni

El Yoni es una red interconectada, una fuente de placer y poder creativo. Constituye nuestro manantial de energía sexual y, al movilizarlo sutilmente, hacemos circular nuestra energía creativa a través de los canales sensoriales por todo el cuerpo. Esto es así porque el Yoni posee puntos reflejos que establecen conexiones con los órganos. Cuando tomamos consciencia de esto, podemos llevar energía de vida a todas partes de nuestra anatomía.

Las tres puertas

En los antiguos tratados de las sabidurías tántrica y taoísta se dice que el templo sagrado de nuestro Yoni posee tres puertas misteriosas que hay que ir atravesando: el Clítoris, el Punto G y el Cérvix o cuello del útero.

Las maestras taoístas explican que el proceso de apertura de las tres puertas debe hacerse con amor y de forma secuencial, una por una, porque la relación entre el corazón de una mujer y su Yoni es muy fuerte y por eso cuánto más abierto esté el corazón, más orgasmos, eyaculación y placer podrá experimentar.

Por ello en las artes de alcoba todo lo que conocemos en occidente como preliminares se consideran fundamentales y la estimulación de las zonas erógenas debe hacerse con amor, tiempo y paciencia.

Primera puerta: El clítoris

El clítoris está conectado a la glándula pineal. Es la puerta encargada de encender el sistema eléctrico de nuestro cuerpo para que brille y su energía se expanda y eleve. Su néctar prepara al cuerpo para trascender la energía sexual hacia la espiritualidad.

Segunda puerta: El punto G

El punto G, o punto de la Diosa, estimula el hígado, mueve nuestras emociones y activa nuestra pasión. Está ubicado a 2 a 3 centímetros de la entrada de la vagina, en la pared superior, hacia el ombligo y se puede distinguir como una pequeña zona rugosa que se expande al tacto cuando estamos excitadas. Su néctar produce una limpieza del alma y abre el camino hacia el orgasmo espiritual. Sin embargo, para abrir esta puerta necesitamos desprendernos de los miedos y temores.

El punto G requiere de mayor tiempo de estimulación que el clítoris para que explote la energía acumulada. Cuando tocamos este punto podemos llorar porque ahí se acumulan muchas memorias femeninas de esta y otra vidas, y esa energía puede llegar a liberarse en forma de lágrimas. Para acceder al placer es imperativo confiar en tu compañero, que haya comunicación y entrega

Este punto de placer interno se puede estimular con los dedos o con el pene, aunque con éste es más difícil, pero en algunas posiciones como la femenina superior o estilo perrito se logra. Se trata de hacer un pequeño masaje o pequeños golpecitos, y esta maniobra acompañada de la estimulación del clítoris nos permite experimentar orgasmos mucho más intensos.

Tercera puerta: El cérvix

El cérvix es la zona refleja del corazón. Con una penetración profunda y amorosa, el corazón se abre. Con una penetración agresiva y sin amor, el corazón se cierra y la energía deja de fluir circularmente. El néctar de esa puerta se libera con el orgasmo cervical, en el que se disuelven todos los límites, desaparece el ego y conectamos con lo divino.

Para abrir esta puerta es necesario que dejes atrás todo tipo de expectativa y te entregues al anhelo de fusionarte con el universo. Quienes lo han experimentado reportan un éxtasis que puede durar por días.

El chakra sexual influye en la creatividad y la motivación. Foto: Pexels: Cottonbro Studio.
En los antiguos tratados de las sabidurías tántrica se dice que nuestro Yoni posee tres puertas misteriosas. Foto: Pexels: Cottonbro Studio.

Tantra y ciencia

Si bien tanto los tratados tántricos como taoístas separan los orgasmos de acuerdo a la puerta sagrada del Yoni que se estimule, con la intención de que este conocimiento sea aplicado de una forma más fácil, al conocer la información de fuentes confiables entendemos que el orgasmo es uno solo aunque se sienta diferente, en profundidad e intensidad, gracias a la zona estimulada.

La sexología, desde los primeros estudios hecho con personas durante la actividad sexual dirigida por Masters y Johnsons, han dado cuenta que la respuesta sexual femenina es una sola, es decir, nuestro orgasmo es un orgasmo, independientemente de la zona que se estimule porque toda la zona pélvica está interconectada, aunque si, pueda variar de intensidad y duración, y tener la posibilidad de experimentar múltiples orgasmos si decidimos continuar siendo estimuladas.

Esto es importante precisarlo, porque el conocimiento tántrico y taoísta no tiene por objetivo hacer una distinción entre orgasmos para frustrar la experiencia femenina, imponiendo una presión por experimentar el orgasmo cervical cuando puede que aún nos cueste llegar al clímax con la estimulación del clítoris y del punto G, porque resulta que toda la zona de lo que los antiguos definieron como Yoni posee más de diez mil terminaciones nerviosas interconectadas, y toda es sensible y un terreno de estimulación orgásmica.

Así que el objetivo de este conocimiento tántrico es invitarte a experimentar tu sexualidad con libertad y expectativas, darte el impulso para que te atrevas a probar vías de estimulación distintas para que descubras sensaciones orgásmicas más profundas y más expansivas, de acuerdo a lo que se sienta bien para ti, tanto en pareja como en solitario.

Meditación para conectar con tu Yoni

Coloca la mano derecha en tu corazón y la izquierda en tu útero, respira profundo y repite:

  • El Yoni es la nave cósmica por donde llegamos a la vida humana y es a través de la honra, el respeto y el amor que se sanará este portal creador.
  • Las mujeres somos la nave, el portal conector entre los mundos, la fuente creadora, el vacío misterioso que encarna el potencial de transformación de lo mundano en divino, de lo cotidiano en trascendente, de la conciencia a la supraconsciencia.
  • Ahí abajo, entre mis piernas, descansa el templo que me ancla a la tierra, que me conecta a la experiencia humana y, a la vez, tiene el potencial de expandirme a mi esencia sagrada y en ella fusionarme con las estrellas.
  • A través de cada orgasmo me abro al universo, donde mis limitaciones desaparecen, y soy una conmigo y con el todo.

© L’Erotheque. Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.

Ysabel Velásquez
Por Ysabel Velásquez

Sexóloga, Sex & Love Coach . Periodista de Salud. Autora del Libro de motivación para la mujer :En Femenino.