La pasión y la compañía para crear recuerdos memorables, el compromiso de una relación estable, donde se intercalan los encuentros con días en los que cada uno está en su casa pareciera una forma maravillosa de extender el noviazgo sin mucha responsabilidad y lejos del agobio de esas tareas domésticas que requieren de negociar y de la rutina que pende como una amenaza al amor de cuentos de hadas.
En una sociedad globalizada donde somos más individualistas y coleccionamos labubus y funkos con el anhelo de ser adolescentes eternos, donde navegamos en un mar de relaciones líquidas, casi algos y ghosting, no es de extrañar que experimentemos la contradicción de querer una relación de pareja, pero sin el peso de tanta responsabilidad, que deseemos amar y ser amadas, con compromiso, pero sin incomodidad.
En este contexto surgen las parejas estables que no conviven…pero ¿será esta la solución al amor en los tiempos de la post pandemia? Aquí entramos en aguas profundas para ir presentarte no sólo las ventajas, sino las desventajas de esta realidad que se está haciendo más frecuente y aceptada.
La tendencia del momento
Se trata de estar en una relación de pareja estable y comprometida pero no convivir, se conoce como Living Apart Together – LAT, por sus siglas en inglés – y surge porque la queja de la mayoría de las parejas de larga data que conviven es que el vivir juntos abre las puertas a una rutina que va afectando el deseo sexual y el amor.
En esta nueva propuesta de pareja se prioriza el espacio individual de cada uno mientras se procuran momentos para compartir tiempo de calidad en pareja, a través de actividades que ambos disfruten. El modelo LAT requiere de mucha comunicación para establecer acuerdos sobre la frecuencia de los encuentros, y también de negociar si esta va a ser una situación permanente o temporal dentro de la relación, así como de flexibilidad para adaptarse a los cambios que deban enfrentar ambos en el camino.
Las parejas LAT están ganando terreno en Estados Unidos – donde se estima que ya hay más de 2 millones de matrimonios con este modelo – y en Europa, como una consecuencia de los cambios en el aspecto laboral surgidos desde 2020 con la prevalencia del trabajo remoto y el auge de las relaciones que comienzan online y deben enfrentar el reto de la distancia. Otra de las razones del surgimiento de este modelo es el aspecto financiero, ya que las nuevas generaciones valoran mucho la libertad económica.
La distancia ¿buena o mala?
Distancia física no es igual a distancia emocional. Si bien el modelo LAT no es para todas las parejas, es un hecho que, si la cercanía emocional es fuerte, un poco de distancia física permite mantener la llama de la pasión y pudiera ser una oportunidad para además evitar estilos de apego que no son sanos y disfrutar del amor sin dejar de lado proyectos personales, cosa que sucede mucho de forma inconsciente y que con el trascurrir del tiempo puede ser la causa de insatisfacción dentro de la relación.

No todo son ventajas
Si bien entre las ventajas de este modelo relacional destacan tener más independencia, tiempo para actividades familiares y laborales, decorar tu propio espacio a tu gusto y evitar los desacuerdos típicos de la convivencia, además de que cuando hablamos de intimidad, la espera del encuentro y extrañarse un poco es algo beneficioso para activar el deseo sexual, no se trata de una solución idílica a los desencuentros propios de la una relación de pareja que vienen porque cada uno tiene una visión propia de lo que es el amor, construida desde lo que ha aprendido de la relación entre sus padres hasta por la propias experiencias románticas que ha tenido a lo largo de su vida.
El mayor aspecto en contra es que si estás pensando que ser una pareja LAT significa tener un grado menor de compromiso con la relación se trata de todo lo contrario, se requiere de madurez, confianza y mucha comunicación abierta.
Por otra parte, si alguno de los miembros de la pareja tiene una tendencia de apego ansioso, es decir, celos exagerados por inseguridad, el modelo LAT sería un desastre porque activaría sus mecanismos de control sobre el otro.
Otro aspecto negativo a destacar es que este modelo puede ser visto como una salida a enfrentar juntos los desafíos propios de la vida en pareja, y en toda relación, surgen roces y desacuerdos así que tarde o temprano, convivan a no, tendrán que enfrentar obstáculos, y la manera de superarlos es unirse ambos para resolver el problema, no quedarse discutiendo porque cada uno piensa de manera distinta.
¿Sueñas con convivir? ¡No te conformes!
Si deseas establecerte con tu pareja y aceptas el modelo LAT porque es lo que él te ofrece, es hora de pasar por el momento incómodo de hablarlo y expresar tu descontento. De la misma manera que cada persona es única, cada pareja debe establecer sus modos de relacionarse, y éstos debe ser satisfactorios para los dos. Cuando aceptamos algo con lo que estamos incómodas solo para complacerlo vamos creando fricciones hasta que la insatisfacción se desborda de la manera más destructiva, y eso lo evitamos al ser claras en expresar lo que deseamos y lo que no queremos.
Otro aspecto a considerar es que, así como los seres humanos evolucionamos y nos vamos adaptando a los cambios, las parejas igualmente cambian y se adaptan para poder seguir creciendo, por lo que el no convivir puede ser una etapa que ambos disfruten hasta llegar a mudarse juntos, por lo que no tiene que verse como un modelo estático de relación de pareja, aunque socialmente sea cada vez más aceptado.
Así que la respuesta es NO, la pareja LAT puede ser un modelo relacional que les funcione, pero no es la solución a los desafíos del amor moderno, se trata de una alternativa más a explorar porque los desafíos siempre van a existir, y la solución es enfrentarlos juntos para que el amor salga fortalecido, no evadirlos.
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