El Tantra es la práctica de estar en una relación plena con la vida, una conexión viva con lo que es: abrirse uno mismo (sentidos, conciencia, emociones) al momento presente y experimentar la realidad desde ese lugar de apertura. El Tantra nos sumerge profundamente en la experiencia de quiénes somos realmente. Crea una fusión activa entre cuerpo y espíritu. Cuando practicamos Tantra, la vida se enciende, y nosotros también.
Una relación tántrica, es una relación íntima basada en la verdad y guiada por ella. Eso significa que es una asociación en la que nuestro propósito (como pareja) es estar lo más despiertos posible. Ser real, afrontar nuestros miedos y crecer en el amor. Y es esta práctica de realidad, verdad, devoción y amor la que crea una conexión profunda.
En la práctica del Tantra existen muchas técnicas para fortalecer la conexión y profundizan en la intimidad. Hemos seleccionado cuatro prácticas tántricas sencillas que tos despertarán a ti, y a tu pareja, al amor y al espíritu que todos compartimos.
Ponlas en práctica en tu relación y observa cómo florece vuestra conexión.
Nombrar cinco cosas que os gusten del tiempo que compartís
Esta práctica es una de las experiencias más dulces, amorosas y efectiva que podéis tener. Además, no envejece y la podéis practicar a lo largo de toda vuestra relación.
El proceso es el siguiente: mientras estáis acostados en la cama (o desayunando, o en un momento tranquilo juntos), de una manera completamente presente, cada uno dice cinco cosas que ha disfrutado sobre el tiempo que habéis pasado juntos.
Puedes decir lo que sea: algo tonto, dulce, profundo… y si practicas lo suficiente, será todas estas cosas y más.
Cuando honras a tu pareja y el tiempo que compartes con ella, creas un espacio sagrado para tu relación. Participar en una práctica como esta de forma regular sólo puede profundizar tu amor.
Haceros una auto revisión rápida
El propósito de esta práctica es sintonizarte contigo misma, recordarte qué es importante para ti en este momento (en cualquier área de tu vida) y compartirlo con tu pareja.
Esta actividad no se trata necesariamente de la relación, es sobre ti. El objetivo es volver a conectarte con quién eres en este momento y expresar tu verdad a tu pareja. Es simple pero muy profunda.
Algunas de estas preguntas pueden guiarte:
- ¿Cómo me va en mi vida?
- ¿Qué es importante para mí en este momento?
- ¿En qué estoy trabajando?
- ¿Qué quiero crear?
- ¿Qué desafíos (si los hay) se me presentan en este momento?
- ¿Quién soy yo ahora?
Al dedicar tiempo para sintonizar con tu propio proceso y luego compartirlo, creas una conexión más profunda contigo misma y una conexión más íntima con la persona que amas.
Realizar trabajo de sombra
Esta práctica no siempre es fácil, pero es importante para la evolución de la relación.
El trabajo de sombra consiste en tener un momento para reunirte con tu pareja y discutir los sentimientos y experiencias incómodas y desafiantes que se están produciendo en la relación. Es un espacio designado para que seas honesta acerca de lo que estás lidiando contigo misma y en tu relación.
Si bien una verificación paralela a menudo no es cómoda, puede salvar una relación porque crea un espacio seguro para superar los desafíos.
Se puede poner en práctica de forma regular o cuando sientes que algo turbio está surgiendo en tu relación (estás de mal humor, molesta o resentida), creas un tiempo designado para reunirte con tu pareja y discutirlo. Ayuda establecer unas normas: lugar, duración, turnos de intervención, etc. Y sobre todo, no olvidar que el objetivo es comprendernos a nosotras mismas, a nuestras parejas y volver a alcanzar puntos en común.
Practicar la sensualidad consciente
La sensualidad consciente es en lo que piensa la mayoría de la gente cuando escucha la palabra «Tantra». Sin duda, es una parte significativa en una relación tántrica. Esta consiste en ser plenamente consciente de tu tacto, las sensaciones y la energía erótica en tus encuentros eróticos.
Por más simple que parezca, muchos de nosotros no somos tan conscientes como deberíamos durante los encuentros sexuales. Afortunadamente, la focalización sensorial se puede mejorar con la práctica.
Una ejercicio sencillo para generar más conciencia sobre tus sensaciones es el siguiente:
- Usando un cronómetro, realizar 10 intervalos de cinco minutos para conectarte con tu pareja, concentrándote en estar completamente presente en cada ejercicio.
- Programa el cronómetro durante los primeros cinco minutos, siéntate frente a tu pareja y mírala a los ojos mientras mueves ligeramente tu cuerpo al ritmo de tu respiración. Simplemente concéntrate en esta única tarea (mirar a los ojos y respirar) durante los cinco minutos completos. Cuando suene el cronómetro, inclínate ante tu pareja para reconocer el final de esa sesión y luego pasa a la siguiente.
- En la siguiente sesión de cinco minutos, uno de los miembros de la pareja puede tocar y masajear sensualmente los brazos, las piernas, el cuello y el cuerpo del otro. La pareja que está dando el toque puede practicar estar plenamente presente en ese dar; el compañero que recibe puede practicar estar completamente presente en la recepción.
- En los próximos cinco minutos, intercambien roles.
Lo hermoso de la sensualidad consciente es que, a diferencia de los encuentros sexuales espontáneos, hay un contenedor para cada experiencia, por lo que es menos probable que pases demasiado rápido a otra cosa. En otras palabras, te quedas con una práctica sensual durante un período de tiempo determinado, lo que te permite presentarte plenamente a esa experiencia. Básicamente, es meditación y sexo combinados. Una combinación perfecta.
Como puedes ver, todas estas prácticas tántricas tienen un tema común: llevar tu conciencia al momento presente, a tu cuerpo, a la energía que existe aquí y ahora y estar con él. Eso es el Tantra y eso es también una relación viva.
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